Glaucoma, la enfermedad silenciosa de la vista: causas, tratamientos y avances

El glaucoma es conocido como una “enfermedad silenciosa”, ya que si bien ocasiona una neuropatía óptica progresiva e irreversible, es generalmente asintomática y cuando aparecen síntomas perceptibles ya suelen ser fases avanzadas de la enfermedad. Hoy, en el Día Mundial contra la enfermedad y la semana mundial, sabemos que afecta a más de 70 millones de personas en todo el mundo y es considerada una de las principales causas de ceguera irreversible.

Causas

La causa más frecuente de esta patología es el aumento de la presión intraocular (PIO), aunque también existen otros factores de riesgo como los antecedentes familiares, la miopía y fundamentalmente la edad.

Detección precoz

Durante los últimos años se ha intentado dar a conocer esta enfermedad así cómo potenciar las campañas de prevención tratando de conseguir una detección precoz de la enfermedad realizando campañas de screening de glaucoma y diagnóstico precoz. Todo ello trata de adelantar el diagnóstico de esta enfermedad a estadios leves, comenzando un tratamiento precoz y frenando así la progresión natural de la enfermedad.

Avances

Durante los últimos años se han llevado a cabo grandes avances en el campo del glaucoma, destacando los avances en el diagnóstico y en el tratamiento. El desarrollo tecnológico nos ha permitido incorporar nuevos dispositivos de medida de la presión intraocular e instrumentos de evaluación del nervio a nuestra práctica clínica habitual tales como la denominada tomografía de coherencia óptica (OCT) o el reciente Angio-OCT que nos permite obtener medidas objetivas del nervio óptico y evaluar las alteraciones vasculares en los pacientes afectados de glaucoma.

 

 

Otra de las principales líneas de investigación y grandes avances en los últimos años es el tratamiento del glaucoma. Se divide en tratamiento médico y quirúrgico. Desde el punto de vista médico han surgido nuevas líneas de tratamiento, nuevas dianas terapéuticas y nuevas formulaciones. Todo ello mejora la eficacia en el control de la presión intraocular, el cumplimiento, la tolerancia del tratamiento y con ello, mejora la calidad de vida del paciente. 

Por otro lado, existe un auge reciente en nuevas técnicas quirúrgicas que se denominan técnicas “MIGS” o cirugía mínimamente invasiva del glaucoma. Estas cirugías ofrecen la posibilidad de intervención en estadios leves o moderados ya que ofrecen un control moderado de la tensión con una mínima tasa de complicaciones, a diferencia de las cirugías tradicionales que se reservaban para los estadios más avanzados. Todo ello nos ha llevado a observar un cambio de tendencia en nuestra práctica clínica, aumentando el número de intervenciones MIGS y disminuyendo la cirugía clásica del glaucoma.

Para concluir, destacar la importancia del diagnóstico precoz de la enfermedad, mediante revisiones rutinarias y controles periódicos; y tras el diagnóstico llevar a cabo un seguimiento y tratamiento adecuado para prevenir la pérdida de visión y reducir el riesgo de ceguera.