

Guías para el buen trato a las personas mayores
Josep Moya OlléMartes 22 de abril de 2025
5 minutos

Martes 22 de abril de 2025
5 minutos
Si partimos de la premisa de que todo trato entre humanos debe estar basado en el respeto y en todo aquello que podríamos considerar de “buena educación” puede parecer un poco sorprendente la necesidad de elaborar guías de buen trato a las personas mayores. Sin embargo, existen, aunque no tienen una presencia masiva en el mercado editorial y, mucho menos, figuran entre los libros más leídos.
Uno de estos documentos es la Guía del buen trato a las personas mayores, elaborada per la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y publicada en el año 2011. En el prólogo de la guía, escrito por el Dr. Pedro Gil Gregorio, se señalaba que la mejor manera de luchar contra el maltrato es promover el buen trato. Estoy muy de acuerdo con esta propuesta. El Dr. Gil añadió que en la guía se trataban temas tan variados como el buen trato en los diferentes medios y entornos: hospital, centro de salud, centro de día, residencia, atención a domicilio. También se ponía un especial énfasis en la relación del mayor con su familia, con sus vecinos y con su ciudad. Finalmente, se dedicaba un capítulo sobre el tema del buen trato en los medios de comunicación en sus diversas modalidades, es decir, prensa, radio y televisión. A pesar de que esta guía abordaba el tema del buen trato desde perspectivas amplias y desde diversas disciplinas, no parece que su ejemplo haya tenido la influencia que merecía. Cabe citar, no obstante, dos documentos.
El primero de ellos es un estudio realizado en el año 2016 bajo los auspicios del Consell Comarcal del Baix Llobregat. En este estudio, realizado desde un modelo de investigación cualitativa, se preguntó a las personas participantes (70 personas) qué entendían por buen trato a las personas mayores. Las dos respuestas más citadas fueron “el respeto” y “la dignidad”. En relación al primero, el sociólogo Richard Sennett escribió que la sociología dispone de muchos sinónimos para nombrar diferentes aspectos del “respeto”. Así, tendríamos vocablos como “estatus”, “prestigio”, “reconocimiento”, “honor” y “dignidad”. Este autor defiende el respeto como la capacidad de aceptar en los otros aquello que no podemos entender de ellos y, al hacerlo, tratamos el hecho de su autonomía en igualdad de condiciones con la nuestra.
En cuanto a la segunda respuesta más citada, la dignidad, el filósofo Emmanuel Kant escribió que la dignidad es un valor intrínseco de la persona moral y no admite equivalentes. La dignidad no se puede confundir con nada más, con una mercancía, ya que no se trata de nada útil ni intercambiable o provechoso. El valor de la persona no remite al mercado ni a apreciaciones subjetivas de conveniencia o de utilidad y, por tanto, la dignidad de la persona no puede ser cuestionada ni menospreciada a partir de los déficits o limitaciones inherentes a procesos como el deterioro cognitivo, derivado de procesos neurodegenerativos o de accidentes vasculares cerebrales, o bien provocados por situaciones vitales derivadas de la pérdida del poder adquisitivo.
Un segundo documento es la Guía de buen trato a las personas mayores, elaborado por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y publicada en el año 2021. En esta se hace referencia a las manifestaciones de buen trato a las personas mayores en diferentes contextos (barrio, comunidad, centros sanitarios, familia, etc.) pero, y este es un aspecto de especial relevancia, el documento incluye un apartado dedicado a los aspectos positivos, al valor de las personas mayores aquí y ahora. En mi opinión, se trata de una visión que, entre otros elementos, enfatiza que el colectivo de personas mayores no es homogéneo y que incluye colectivos que gozan de una muy buena salud y aquellos otros que sufren procesos invalidantes. Y, en este contexto, es fundamental poner el énfasis en todo aquello que los mayores pueden y podemos aportar a la sociedad.
Tenemos, por tanto, algunos documentos que nos hablan del buen trato a las personas mayores. Pero, ahora nos surge la pregunta: ¿por qué son necesarias estas guías? ¿Es que acaso hay que recordar al conjunto de la sociedad que existe un colectivo –cada vez más numeroso– que no ha de ser excluido del buen trato?
Y, para intentar dar algunas respuestas me referiré a escenas cotidianas.
Primera escena. Son las 9 de la mañana, viajo de pie en tranvía, va lleno; un número considerable de asientos está ocupado por jóvenes de aspecto saludable. El tranvía se detiene en una parada. Sube una persona mayor, se apoya en unas muletas. Con su mirada intenta descubrir algún asiento libre. No lo encuentra. Los jóvenes concentran su mirada en sus respectivos móviles. Observo que uno de ellos se da cuenta de la situación de la persona mayor, con muletas. Rápidamente vuelve a centrar su mirada en el videojuego del móvil. El tranvía se detiene en la parada del hospital. La persona mayor con muletas se apea. El joven de la mirada furtiva respira aliviado. Podrá levantar su mirada sin necesidad de ceder su asiento.
Segunda escena: Se desarrolla en el comedor-sala de estar de un centro sociosanitario. Una anciana está sentada enfrente de una ventana. Contempla con indiferencia el paso de los vehículos por la autopista. Otro anciano le comenta a su vecino: “Han pasado ya tres AVEs”. Entra la enfermera, se acerca a la anciana de la ventana. “Abuela, aquí tiene la pastillita azul”, le espeta con tono infantil. La “abuela” extiende su mano temblorosa, coge la “pastillita azul” y la ingiere sin protestar. Obviamente, ignora el motivo por el que toma el comprimido de turno, pero no se encuentra con ánimo de preguntar. Al fin y al cabo, ¡qué más da el color del fármaco!
Tercera escena: Se desarrolla en un centro de día para personas mayores. Algunas de ellas, la gran mayoría, tienen algún tipo de deterioro cognitivo. Es vísperas de carnaval. Toca disfraces. El personal del centro de día se apresura a organizar el “show”. Hay que alegrar el ambiente y para ello hay que “vestir a los abuelos” y, después, ¡que suene la música!.
Confrontemos ahora las guías con las escenas y comprobaremos que, en efecto, parecen ser necesarias. Pero, ¿y la asignatura de Valores Éticos que se imparte en la ESO? En esta materia se parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y se estudian las aportaciones de filósofos como Kant, Habermas o Rawls, pero, al parecer, no se hace referencia a cuestiones prácticas como el respeto a los mayores en los diferentes contextos. Sugiero que este apartado se incluya en el currículum de la materia.