La importancia de tener amistades para combatir la soledad y además sentir felicidad

Aristóteles, en su Ética a Nicómaco (primer tratado de ética y moral de la historia), nos dice que el objetivo vital de todo ser humano es la felicidad. Y, para conseguirla, la amistad es fundamental. El ser humano es un ser social, y está dispuesto por la naturaleza para vivir con otros seres humanos.

De manera general todos podemos compartir que tener amigos es importante en todas las etapas de la vida, pero en mi opinión, es especialmente relevante cuando se tiene más edad. En mi experiencia en la dirección de diferentes proyectos para combatir la soledad no deseada entre las personas mayores, hay un denominador común: el mejor antídoto contra la soledad es tener amigos.

Expongo a continuación algunas razones que nos deberían animar a fomentar las relaciones sociales.

En primer lugar, los amigos pueden brindar apoyo emocional en momentos de dificultad. A medida que envejecemos, es posible que enfrentemos pérdidas, cambios en la salud o situaciones de soledad. Contar con amigos cercanos nos brinda un sistema de apoyo que puede ayudarnos a superar estas dificultades y proporcionarnos consuelo.

En segundo lugar, la interacción social regular y significativa está relacionada con un mejor estado de ánimo y una mayor satisfacción con la vida. Los amigos pueden brindarle compañía, alegría y diversión, lo que contribuye a reforzar el sentimiento de bienestar mental y emocional en la edad adulta.

Otro aspecto a considerar es que la participación en conversaciones y actividades con amigos puede proporcionar una estimulación cognitiva importante. Mantener conversaciones y participar en actividades sociales desafiantes, como juegos de mesa o debates, ayuda a mantener la mente activa y puede contribuir a prevenir o retrasar problemas de memoria y deterioro cognitivo.

En cuarto lugar, tener amigos puede motivarte a llevar una vida activa y saludable. Pueden ser compañeros para realizar actividades físicas como caminatas, clases de ejercicio o bailes, lo cual es beneficioso para la salud física y también puede ayudar a prevenir enfermedades relacionadas con el sedentarismo.

Por otro lado, a medida que envejecemos es posible que perdamos a seres queridos o que experimentemos cambios en nuestras relaciones familiares. Los amigos pueden llenar ese vacío y proporcionar un sentido de pertenencia y conexión social. Tener una red de amigos solidarios puede hacer que te sientas valorado, incluido y parte de una comunidad.

Por último, los amigos enriquecen nuestras vidas al compartir diferentes perspectivas, experiencias y conocimientos. Pueden tener antecedentes culturales, profesionales y personales diversos, lo que nos permite aprender y crecer como individuos. Esta diversidad de experiencias puede ser especialmente enriquecedora en la edad adulta, cuando las rutinas pueden volverse más estables.

En resumen, tener amigos en la vejez es importante porque proporciona apoyo emocional, bienestar mental, estimulación cognitiva, actividad física, sentido de pertenencia y diversidad de experiencias. Cultivar y mantener amistades significativas puede contribuir en gran medida a una vida plena y satisfactoria a medida que envejecemos.

Ahora bien, ¿cómo puedo fomentar mis amistades cuando a lo mejor he estado muchos años centrado especialmente en mi trabajo o en el cuidado de mi familia y he descuidado mi círculo de amistades? La respuesta es sencilla, aunque llevarlo a cabo nos cueste a todos: acercándote y abriéndote a los demás, admitiendo que cada cuál tiene sus particularidades, que no existe el amigo o la amiga perfecta y que, lo importante, es encontrar en el otro a una persona con la que puede haber un enriquecimiento mutuo.

Realizar actividades culturales, deportivas y de ocio es la mejor forma de compartir buenos momentos con otras personas mayores y dar pie a incrementar nuestra red de amistades. En este sentido el fomento de las actividades de este tipo por parte de los ayuntamientos, a través de los centros culturales y centros de mayores, es la mejor inversión que se puede realizar para combatir la lacra de la soledad no deseada entre las personas mayores.

Aquellas personas interesadas en el tema les recomiendo leer el informe Los Sénior. Tendencias y Retos para empresas e instituciones, que supone una aproximación al perfil vital de las personas mayores.

Disfrutemos de nuestras amistades. Nos sentiremos más felices y viviremos más y mejor.