Juan Sepúlveda
Juan Sepúlveda (@J_Sepulveda_) es el secretario general de la Federación Estatal de Pensionistas y Jubilados de CCOO (@pensCCOO) y miembro del Comité Asesor de 65YMÁS.
… saber más sobre el autorViernes 7 de octubre de 2022
2 minutos
Viernes 7 de octubre de 2022
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Para la Federación de Pensionistas de CCOO nunca ha estado en cuestión que cuando se constate cuál ha sido la inflación media desde el mes de diciembre de 2021 a noviembre de 2022, el Gobierno procedería a subir las pensiones según está contemplado en la Ley 21/2021 de garantía del mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones. La valoración no puede ser más positiva.
Hay que hacer notar que la Comisión del Pacto de Toledo mandató que se garantizara el poder adquisitivo de las pensiones.
Hay que resaltar además que el Gobierno y los agentes sociales CCOO, UGT, CEOE y CEPYME negociaron la reforma de las pensiones de manera consensuada y que ésta fue aprobada por las Cortes Generales.
Y no puede ser de otra manera, pues si al año de entrada en vigor una ley tan importante como es la de reforma de las pensiones, se pone en solfa su cumplimiento, daríamos una imagen lamentable como país.
Es cierto que desde que se aprobó la reforma de las pensiones en 2021, y desde mucho antes, han existido voces en nuestro país que continuamente están poniendo en cuestión la viabilidad de nuestro sistema de pensiones. Casi siempre de manera interesada, surgen pretendidos expertos que proclaman a los cuatro vientos la inviabilidad del actual sistema de Seguridad Social.
Por otra parte, el anuncio del Gobierno de ingresar 2.957 millones de euros en el Fondo de Reserva de las Pensiones, procedentes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), envía un potente mensaje de la viabilidad de las pensiones actuales y futuras.
El actual sistema de revalorización de las pensiones nos parece el adecuado para el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, pues al menos tenemos la garantía de no perderlo, no como con la reforma del Gobierno del PP, que condenaba a los/as pensionistas a perder poder adquisitivo, ya que solo garantizaba una revalorización de 0,25% de las pensiones, fuera cual fuera la inflación.
Además, y ante las críticas de quienes dicen que los pensionistas somos unos privilegiados, decirles que para nada lo somos, pues no se pueden considerar privilegiados a los millones de pensionistas cuyas cuantías no llegan a los 700 euros y cuyas pensiones medias apenas llegan a los 1.200 euros. Es más, nuestra reivindicación es que se deben incrementar las pensiones mínimas por encima de la revalorización de las pensiones.