Activación no es recuperación
Lorenzo AmorViernes 17 de julio de 2020
ACTUALIZADO : Martes 1 de septiembre de 2020 a las 14:47 H
4 minutos
Viernes 17 de julio de 2020
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Lorenzo Amor: "Es urgente escuchar más al empresario; sin nosotros no hay pensiones ni empleo"
Desde que el pasado mes de marzo se decretara el estado de alarma por la pandemia, nada ha vuelto a ser como antes, se nos ha puesto el mundo del revés. Durante el primer semestre de 2020, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) vio disminuir su número de afiliados en 23.836 autónomos, pasando de los 3.269.089 en diciembre de 2019 a los 3.245.252 en junio de 2020. Esta caída supuso, en términos relativos, un descenso del 0,7%.
Si en 2019 decíamos que sólo seis comunidades autónomas perdieron autónomos durante los seis primeros meses del año, en 2020 son únicamente dos las comunidades que suman autónomos en el primer semestre del año.
Hemos vivido una profunda crisis sanitaria que ha dado paso a una crisis económica jamás vista. Una debacle que no anticipa nada bueno. Esperamos que las cifras vayan a peor. Aunque algo sí tiene en común con crisis económicas anteriores: los autónomos y pequeños empresarios estamos padeciéndola con enorme intensidad. Hemos visto cómo nuestros negocios han tenido que cerrar de la noche a la mañana, con la incertidumbre de no saber cómo hacer frente a todos los gastos y facturas pendientes, sin la certeza de si vamos a poder volver a abrir o, al menos, mantener, a duras penas, nuestra actividad en los próximos meses. Negocios de toda la vida que no sabemos si volverán a cumplir con sus clientes de toda la vida.
Un 10% de autónomos no han podido volver a la actividad
Aunque el 90% de los autónomos ya han vuelto a su actividad, hay que tener claro que activación no es recuperación. Las cifras hablan por sí solas: el 60% de los autónomos que han retomado su actividad, registran una caída de la misma por encima del 60%, con respecto a la misma temporada del año pasado. También hay un 10% que no han podido volver a la actividad debido a las actuales restricciones por la pandemia.
En definitiva, son miles los autónomos que se encuentran en una situación crítica o más bien de ruina, en estos momentos.
Aunque sea ponernos una venda en los ojos, es mejor no pensar en los enormes efectos que tendrían en nuestra sanidad y economía, si se produjeran nuevos rebrotes descontrolados.
Pero es evidente que las graves consecuencias de dos meses y medio de estado de alarma, que han paralizado al país, y la actual caída de la demanda, se verán con toda virulencia a partir del otoño. Y perdurarán probablemente durante los próximos años, sobre todo en los pequeños negocios, que son el eje vertebrador de toda nuestra economía, en los que no sepan adaptarse a la época de las mascarillas, distancias, digitalización y distancia social, y en los que dependen del turismo internacional.
Lorenzo Amor (@lorenzoamor_ata) es presidente de ATA (@autonomosata)