Fernando Ónega
Opinión

Madrid, unas elecciones para la historia

Fernando Ónega

Martes 4 de mayo de 2021

ACTUALIZADO : Miércoles 5 de mayo de 2021 a las 0:18 H

3 minutos

Madrid, unas elecciones para la historia

Martes 4 de mayo de 2021

3 minutos

 

1.- Una victoria épica

No es que Isabel Díaz Ayuso haya ganado las elecciones. Es que obtuvo cuatro victorias: la de las urnas, la que ganó a las encuestas del CIS, la que humilló a Pedro Sánchez y la que hace replantear su futuro a Pablo Iglesias. Obtuvo más escaños que toda la izquierda junta. Y fue un triunfo suyo. Suya fue la imagen de la campaña, suyos los méritos de la seducción, suya la astucia para sortear los temas incómodos y suyo el premio de los sectores que la subieron al pedestal: los contribuyentes que le agradecen su política fiscal, los empresarios de la hostelería, las gentes de los espectáculos como Nacho Cano y los ciudadanos que quizá no votaron la libertad del eslogan, pero sí las pequeñas libertades que Ayuso representó.

2.- Las claves fundamentales

¿Cuáles han sido los méritos de esta chica, que no hizo bien el único debate de la campaña ni deslumbró en la mayoría de sus declaraciones? Se ha escrito mucho sobre sus teorías sobre la libertad. Hay literatura magnífica sobre las pequeñas libertades que ella representó. Para este cronista, la clave fundamental ha sido la economía y, dentro de la economía, los impuestos. La gente y las empresas van a Madrid porque en Madrid se paga menos. Y esa gente y esas empresas valoran especialmente el impuesto de sucesiones. Lo supo ver Ángel Gabilondo, y lo primero que dijo fue que no los subiría, pero provocó el efecto contrario al buscado: le dio la razón a Ayuso y no resultó creíble por la insistencia del gobierno central en la normalización fiscal.

3.- Los derrotados

Fue un plebiscito y los derrotados fueron todos los demás, salvo Mónica García y Más Madrid, que dieron el sorpasso al PSOE y asumen el liderazgo de la izquierda. El primero, Pedro Sánchez, al que Ayuso tuvo la habilidad de enfrentarse como si fuese candidato. Los escaños de Gabilondo son un formidable fracaso y, aunque lo haya dicho Pablo Casado, un voto de censura popular. El segundo, Pablo Iglesias, mucho líder para tan poco fruto y con dos humillaciones: ser el partido con menos representación y ser superado por Más Madrid, por Mónica García, como si fuese una venganza de Íñigo Errejón. No le quedó más remedio que retirarse. Y también muy triste, Ciudadanos, que desde las elecciones generales no ha sabido responder al gran interrogante: para qué sirve votarlo.

4.- Dos lecciones

Y ante nosotros, el futuro. Primero, la decisión más fácil, que es gobernar sin Vox, pero ganar su apoyo. Y después, la magia de la gran incógnita: ¿esto es el principio del cambio de ciclo? Cuidado, señor Casado. Hace bien en pregonarlo, es su obligación, aunque Madrid es España, pero no toda España es Madrid. 

A mi juicio, lo que debe quedar de este día son dos modestísimas lecciones. La primera, que importa mucho el candidato, tanto o más que las siglas. La segunda, que importa mucho el mensaje. El gran derrotado de hoy es el tremendismo, el lenguaje guerracivilista, la confrontación por la confrontación y el invento de problemas que no existen y hacen olvidar los problemas que acucian. El mensaje agresivo ya no está en el idioma que habla este país. Aunque solo sea por esto, valió la pena esta votación.

Sobre el autor:

Fernando Ónega

Fernando Ónega

Fernando Ónega, presidente del diario 65ymas.com, es un cronista imprescindible desde los primeros tiempos de la transición. Una voz escuchada y respetada por su rigor y su neutralidad. 

Fue director de prensa de la Presidencia del Gobierno de Adolfo Suárez, siendo autor de buena parte de sus discursos.

Ha trabajado en distintos medios escritos y televisiones. En la radio, inauguró el comentario político en mayo de 1978, en el programa “Hora 25” de la Cadena SER. Después ha sido director de informativos de la Cadena SER y de la Cadena COPE, además de director general de Onda Cero. En esta misma emisora, colaboró con Luis del Olmo durante 17 años, con Carlos Herrera y, desde abril de 2015 a septiembre de 2022, colaboró en los programas “Más de uno”, con dos comentarios políticos diarios, y en La Brújula, con una carta también diaria.

En prensa escrita publicó su primer trabajo a los 13 años en “La Noche” de Santiago de Compostela. Dos años después firmaba una página semanal y hacía entrevistas en “El Progreso” de Lugo. Dirigió el diario “Ya”, fundó el confidencial y la agencia “Off the record” (“OTR Press) y en los últimos tiempos ha sido columnista de “La Vanguardia y “La Voz de Galicia”. 

En televisión, fue director de varios programas en TVE, así como director de relaciones externas de la cadena pública. También ha presentado los espacios informativos de Telecinco y Antena 3 y colaboró como contertulio en varios programas de debate. 

Autor de diversos libros entre los que destacan “El termómetro de la vida”, “Puedo prometer y prometo”, “Juan Carlos I”, “Qué nos ha pasado, España”. 

En 2020 recibió su tercer Premio Ondas, en este caso a la trayectoria o mejor labor profesional. El jurado reconoció "su fecunda carrera en la radio, tanto en su faceta directiva como ante el micrófono, desarrollada en las principales cadenas". "Fue pionero de la incorporación de los espacios de opinión en la radio, y sigue todavía hoy aportando una mirada ponderada sobre la actualidad", destacó. 

A lo largo de su trayectoria también ha recibido otros galardones, como el Premio Godó, varias Antenas de Oro y Micrófonos de Oro, aunque él presume de otros reconocimientos: por ejemplo, la Medalla Castelao de Galicia o los nombramientos como Hijo Predilecto de Pol, o Hijo Adoptivo de Lalín y de la Provincia de León.

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