Cuidadito al dejar la herencia

Lo de las herencias es el momento bacalao; pero no porque tengas una cierta edad, ya que al no tener código de barras, pues lo mismo te da un flash coronario a los cuarenta, que a los cincuenta o a los setenta. Y claro, como algo siempre tienes que dejar, aunque sean las dioptrías, pues no se la vas a regalar al Estado, que ya bastante le diste currando hasta quedarte sin pestañas.

Y en esto del abintestato, que dirían los juriconsultos, notarios y personas afines, solo hay dos soluciones: hacer testamento o repartir en vida; pero como lo hagas en vida, me da que lo que repartes es una ensalada de bofetadas entre unos y otros, ya que nadie quedará de acuerdo. 

Y nadie lo estará porque si lo están no has tenido una familia: habrás tenido un grupo de alienígenas, un par de tortugas o vivido con fiambreras pensando que tenían vida y eran tus hijos, pero familia como tal… no, imposible.

¡Hombre!, todo hay que decirlo, si solo tienes un hijo, pues no hay problema, se lo dejas todo y listo; bueno, listo igual tú, que eres tan así que a lo mejor le empaquetas un par de deudas; pero si son dos chavales o más… tela con la que se puede montar.

La verdad que, bien pensado, esto de las herencias es la reperamariló; lo que dejas es tuyo, que te lo has currado durante toda tu vida, lo das por la cara creyendo que haces un bien…, pues no quedan contentos. Pero no solo es que no te queden agradecidos, es que te ponen a parir. ¿Tú lo entiendes?, yo, no; bueno, yo, ni todo los cartujos de Calahorra, que mira que rezan y tienen fe…

Además, yo no sé si ocurre en otros países, que lo dudo; pero en España, para algunos lo de heredar es una profesión, una actividad de alto rendimiento que para mí que se dopan. Vamos, yo conozco a alguno que si le hacen una analítica…

Un español, pero un español español que se precie, es capaz de estar veinte, treinta o doscientos años al lado de quien sea con tal de heredar. Que el tipo es antipático… da lo mismo; que es aburrido y triste… da lo mismo; que incluso te trata mal o insulta… da lo mismo. El español fetén cumple su fin existencial cuando tras la defunción de un pariente se abre el testamento y todo o casi todo queda para él. 

Que ya no lo puede disfrutar porque tiene reuma, artritis, colesterol, diabetes y un par de baipás… da lo mismo. ¿Qué ha hecho Eulogio Eduarte en su vida? Heredar. Feliz, fin cumplido.

 

Del libro ¿Se es viejo a los 60?, tás de coña? (Amazon).