Tengo 74 años recién cumplidos y soy del signo Aries. Y como dice una de las características del zodiaco: soy de naturaleza positiva.
A la sociedad y a los mayores nos llegan infinidad de noticias en los medios de comunicación, con una carga de negatividad que nos apabullan y espantan. Dan ganas de no salir a la calle ni hablar con nadie. Todos son problemas y alarmas, fundamentalmente unidas a la salud y a las enfermedades, aunque las hay de todo tipo.
Leemos y escuchamos por todas las partes, como si fuera un mantra: el maltrato y las ataduras en las residencias, la soledad y sus consecuencias, el alzhéimer, la ley de la dependencia, el derecho a la salud, los cuidadores, los cuidados especiales, la seguridad en casa y en la calle, la prevención de ulceras cutáneas, los problemas de las pensiones, como sucede el envejecimiento, la protección cerebral del mayor, las fracturas de cadera, las caídas, la movilidad, el parkinson y los primeros síntomas, la perdida de capacidades, combatir el edadismo, los síndromes geriátricos, y un largo etcétera.
Numerosas entidades tienen entre sus objetivos algunos de estos temas. Bendita preocupación. Y que sigan. Otras, organizan cursos, congresos, conferencias, y hasta hacen guías con recomendaciones para evitar estos males. Las administraciones públicas no se quedan atrás. Por último, han aparecido expertos e investigadores que tienen soluciones casi para todo.
Los Mayores nos hemos convertido en el centro de todos los males. Cómo si no hubiera niños y jóvenes con problemas. No soy ingenuo y conozco de cerca estos complicaciones en mis familiares.
Afortunadamente, los nuevos mayores estamos llegando en buenas condiciones físicas y mentales gracias a los adelantos médicos y a la sociedad del bienestar - aunque algunos se la quieren cargar o limitar -.
Dice mi compañero José Luis Jordana Laguna: “¿Quienes se preocupan de los mayores que estamos bien y sanos?”.
Demos una imagen positiva de los mayores. ¡Estamos ya hartos de las noticias negativas sobre los mayores! Realicemos esfuerzos por apoyar a los siete millones de mayores que están bien y que quieren seguir siendo útiles a la sociedad. Y es compatible con seguir a tendiendo a los mayores que lo necesitan y tienen problemas.
Entonemos la canción y versos de Violeta Parra:
“Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto…”
¿Invertimos en las investigaciones para crear una especie de pastilla de la felicidad?
Blas Esteban Barranco, Presidente de CEATE y miembro del Comité Asesor de 65Ymás.