Miércoles 11 de noviembre de 2020
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Mayor es un término de uso habitual en la conversación y que uno puede ver a diario en las noticias y escuchar en los foros. Hay muchas iniciativas, ensayos y actividades que tienen como destinatarios o protagonistas a personas que llevan este adjetivo. Sin embargo, observo su uso incorrecto en los medios y por la sociedad, con carácter general. De acuerdo con el diccionario de la RAE, una persona mayor tiene varias acepciones:
• Que excede en edad a otra.
• Entrada en años, de edad avanzada.
• Principal, que tiene superior dignidad o autoridad entre personas o cosas de su mismo grupo.
Si una persona por el hecho de exceder en edad a otra tiene esta denominación, es evidente que nada más nacer, nos convertimos en mayores frente a los que nacerán, sencillamente, el día siguiente.
Lo de entrada en años, de edad avanzada, ya es un término más subjetivo. Aquí es utilizable un principio básico de la relatividad, pues la localización de los sucesos físicos, tanto en el tiempo como en el espacio pasan a depender del estado o situación del observador. Tomando los criterios de Einstein y realizando una aplicación práctica de su teoría, si el observador soy yo mismo, nadie me discutirá, que considere “mayor” a todo ser humano que tenga 5 años más, y “joven”, a cualquier persona que tenga “cinco “ años menos que yo.
Por lo que respecta al tercer punto, es evidente que la sociedad no entiende la definición, pues ni en el mundo empresarial, ni en el económico, ni en el social, ni siquiera en el familiar más afectivo, se le otorga esa superior dignidad a la persona por el hecho de tener más edad, y mucho menos se le reconoce autoridad alguna por tener más años… Más experiencia y sabiduría.
En realidad, reconozcamos que el término “mayor” acuña un calificativo nada agradable para la persona destinataria. La paradoja es que todo el mundo desea llegar a ser mayor, pero muy poca gente admite llegar a esa meta… Y los que han llegado no saben muy bien cómo y cuándo ha sido, ni se han enterado de ello. Solo lo percibe el observador, que es quien se lo recuerda con inconsciente crueldad.
En mi opinión, ser mayor mayor esta mucho más relacionado con una actitud personal, casi siempre vinculada a cierta edad, pero no excluyente en edades tempranas. Como buen observador, he visto muchos mayores que han llegado a serlo, pero también a cientos de jóvenes que ejercen de mayores y mayores que son jóvenes. Y esto son ya palabras mayores y cuestión de tono mayor. Es ya cuestión de fuerza mayor, revisar el vocablo.
Miguel Ángel Yebra Varela, presidente de ASAEXS y vocal de la Junta Directiva de FEGAUS.