Miércoles 10 de junio de 2020
4 minutos
"Yo soy vallecana desde los 9 meses, que fue cuando llegué aquí, cuando mis padres se vinieron el día 7 de noviembre de 1935 desde su pueblo, las Navas de Buitrago. Vinieron a trabajar en una carbonería. Date cuenta que antes no había gas ni electricidad, ni nada: todo funcionaba con carbón. Mis padres alquilaron por 50 pesetas la misma casa donde sigo viviendo yo" .
Esta es la historia de Carmen, una mujer de 85 años que acudía los lunes después de misa a nuestro Espacio de Escucha, un lugar de encuentro abierto, sin condiciones ni requisitos, donde tomar un café con otras mujeres que quisieran participar, y de alguna forma paliar las situaciones de soledad.
Carmen vive sola desde el año 1981. Primero murió su padre, luego su madre y después su hermano. Ahora sólo tiene dos sobrinos, que, según ella, le llevan de vez en cuando la compra...
Desde el 16 de marzo ese Espacio de Escucha grupal se ha tenido que cerrar, pero cada semana a través del teléfono, les recordamos que, de una forma, u otra nos volveremos a encontrar.
– ¿Habéis empezado ya?, me pregunta Carmen cuando reconoce mi voz.
– No, aún no podemos, le explico con una mezcla entre cariño y resignación, pero en cuanto empecemos yo te aviso.
Este es nuestro saludo casi todas las semanas. Cuando es así es buena señal, significa que me reconoce, que sabe quién soy. Ese día exprimo la llamada todo lo que puedo, hablamos del grupo, de las compañeras, de las otras mujeres, de lo que haremos a la vuelta...
Otras veces no hay tanta suerte. Noto en su tono de voz que no me reconoce, aunque haya hablado con ella hace apenas unos días... Entonces empiezan las 'pistas': "De Luz Casanova, del grupo de los lunes, enfrente de la parroquia de San Ramón...". Y ahí llegamos una y otra vez al inicio.
Sin duda, el confinamiento va a dejar muchas secuelas en las mujeres mayores, tanto a nivel físico (han reducido o suspendido su movilidad que en ocasiones ya estaba mermada) como en el plano psicológico y social. Muchas de ellas han perdido sus rutinas en los centros de mayores a los que acudían o en los grupos de mujeres como el nuestro, lo que conlleva una parte muy importante de pérdida de contacto con su grupo de iguales, con las profesionales e incluso con la realidad.
“A veces pienso: ¿qué pinto yo aquí? Lo peor de esto es que me siento una inútil, yo he sido una persona muy activa. He trabajado toda mi vida, hasta el año 2000 que me jubilé… Y ahora verme así. Siempre he dicho que a mí que me recojan en la calle... pero a veces el cuerpo no te funciona, y lo que es peor, otras veces no funciona la cabeza", señala.
El seguimiento telefónico, como el presencial, puede tener muchos objetivos, tantos como personas y procesos nos encontramos en nuestro Proyecto de Atención a Mujeres Mayores. En el caso de Carmen es ofrecer un espacio de escucha, en esta ocasión telefónica. Desde él, ella relata su historia de vida y los aspectos importantes que quiere rescatar para que no caigan en el olvido, como que vino a vivir a Vallecas con apenas 9 meses.
Otras veces también el teléfono sirve para acompañarla en el aquí y ahora, como cuando pasamos de fase y dedicamos toda la llamada a explicar lo que esto supone, sobre todo que ya puede salir a la calle en algunos momentos del día.
– Apunto también las horas, no sea que se me olvide y me detengan.
Bromear sobre los “olvidos” es para Carmen una estrategia para no mirar de frente a ese deterioro cognitivo que le cuesta tanto aceptar.
Para despedirnos cada semana tenemos una espacie de mantra que ambas repetimos:
– Si necesitas cualquier cosa, me llamas, ¿vale Carmen?
– Espera que apunte aquí tu número. ¿Eras Mari Cruz y tu teléfono es el... ?
– Sabes que ya puedes salir a pasear o ir a misa por la mañana, ¿verdad?
– Espera que apunte aquí...
– Puedes oír la radio Carmen? Busca Radiovallekas, en la 107.5...
– Espera que apunte aquí... ¿Tú eres Mari Cruz y tu teléfono es el...?
– Cuídate mucho Carmen, eh, que quiero seguir oyéndote así de bien la semana que viene...
– Claro que sí. Si yo soy vallecana desde los 9 meses.
Mª Cruz García-Heras Ambrosio es trabajadora social del programa Hazte visible, hazme visible de atención a mujeres mayores y violencia de género de la Fundación Luz Casanova (@F_LuzCasanova).