

Obsolescencia programada y los mayores hoy
Carmen de GradoDomingo 30 de marzo de 2025
1 minuto

Domingo 30 de marzo de 2025
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Obsolescencia programada: "estrategia empresarial que consiste en diseñar productos para que dejen de funcionar después de un tiempo con el objetivo de que los consumidores compren más productos o actualizaciones" (IA). Es evidente que eso beneficia a las empresas no así a los consumidores, ni al medio ambiente.
Esta estrategia se extiende a lo biológico. Por ejemplo, las semillas para cultivo que se vuelven estériles después de la primera o segunda cosecha, también el software y los aparatos eléctricos y electrónicos de todo tipo. En el arte sabemos hoy del valor de lo efímero. En el caso de las instalaciones artísticas, muchas de ellas están sujetas a unas normas que los lugares de exposición deben considerar con precisión. Tras ser mostradas durante un tiempo, se desmontan y sus materiales se descartan.
Muchas críticas podemos hacerle a la obsolescencia programada. Tal vez la mayor es en qué medida este sistema del 'compra y tira' afecta al medio ambiente planetario.
Hay mayores que también parecen vivir con una obsolescencia programada. Lo hacen cuando dejan de sentirse útiles por no poder cuidar a otros sin afrontar el desafío de dejarse cuidar, cuando dejan de sentirse atractivos en lugar de descubrir nuevas formas de serlo y, aún más, que no son las que el mercado les propone, y cuando dejan de moverse sin buscar incentivos diferentes, entre ellos, elegir la alimentación que contribuya al movimiento.
Ojalá los mayores, confiando en las posibilidades que la vida otorga a pesar de las pérdidas, no extendiéramos la obsolescencia programada a nuestra vida personal.