Te propongo un plan, si no te atreves a decírselo a tu hija o hijo, yerno o nuera: que lea este artículo y se entera."¿Si se entera de…?, ¿De qué se tiene que enterar?". Pues de que eres abuelo o abuela y que no estás por la labor de levantarte todos los días por la mañana para llevar a tu nieto al cole, recogerlo a la hora de comer y que por la tarde y algún finde se quede en tu casa porque ellos se van de maracas.
O se lo dices, bien dejando esta página abierta o de palabra. Es que a este paso, un día te van a pedir las notas y son capaces de regañarte porque solo has sacado un sufi en "Cuida a tu nieto", lo veo venir.
Tú no eres abuelo, eres un abuelazo, pero quieres serlo a la antigua usanza; que lo ves cuando te apetece, que lo llevas al parque cuando quieres, y le das chuches cuando te da la gana. ¡Sí, joé!, ¡Le das chuchees!, dos o tres, no kilos de azúcar; son ¡¡chuches!, que si fueran kilos se llamarían ¡kilos!, pero ¡no!, se llaman ¡chuches!
Yo sé, porque eres un tío majo, que igual te dices: "Es que si no lo llevo yo al cole…". Bueno, bueno, ya empezamos con los cargos de conciencia; si no lo acompañas, no pasa nada, lo llevan ellos, que ellos, por si no lo pillas, son sus padres. Sí, el chaval tiene padre y madre, al igual que el albaricoque tiene hueso. No es huérfano, ni un niño perdido en el frente oriental. Lo que tiene el chaval, además de ser un santo como tú, son unos progenitores que le echan un morro...
"Pero como ellos trabajan…", ya estamos; pues claro que trabajan, lo que hace todo el mundo, pero que no son mineros en Gijón llevando en una jaula un pajarito por si hay grisú, que ese tiempo ya pasó. ¡Claro que a los hijos hay que ayudarlos!, pero una cosa es echarles una mano puntualmente, y otra…
Mira, yo te entiendo y sé que quieres mucho a tu nieto y que antes de que le pasara algo darías la vida por él, vale; pero eso, lo de dar la vida, solo ocurre en las películas y en las guerras y, como te diría yo, mira por la ventana y verás que no pasa nada, que por el cielo siguen volando las gaviotas y ni rastro de un bombardeo. Y en las películas…, película es la que te estás montado tú. De todos modos, salvo que el pequeño termine en un circo y lo presenten como "¡el niño que nunca creció!, ¡pasen, pasen y vean!", en nada se hará un mozuelo y que el asunto de hacer el mismo horario que él no es para toda la vida. Tú deja el móvil con este artículo para que lo lean, igual con suerte te dan más recreos.