En todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental.
Los roles sexistas y machistas siguen impregnando y calando cada rincón de nuestra sociedad. No pasa un día sin que esa maldita violencia machista nos acompañe, abriendo telediarios con sus nombres, las ellas, las silenciadas, las asesinadas.
Mujeres, víctimas del implacable machismo que, lamentablemente y bajo la impotente mirada de muchas de nosotras, se convierten en una cifra más. Abocadas al olvido y la indiferencia de muchos pero en el constante recuerdo de los seres queridos a los que les han arrebatado una madre, una hija, una nieta, una compañera, una hermana, una abuela, una amiga.
En España el número total de mujeres asesinadas por Violencia de Género desde el año 2003 hasta el día de hoy se eleva a 1.027, y durante el año 2019 a 51. Todas ellas, mujeres que nos ha arrebatado violentamente el machismo. Y siguen sumando.
De las 51 mujeres asesinadas este año, víctimas por violencia de género, un total de 40 no había presentado denuncia según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Uno de los muchos síntomas de que todavía tenemos que seguir exigiendo un cambio en las políticas y un compromiso de toda la sociedad para acabar con las violencias machistas.
Una violencia que se ceba con las mujeres y niñas particularmente vulnerables, ejemplo de ellas son las niñas y las mujeres más mayores, las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales o transgénero, las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.
En el caso de las mujeres mayores, al factor edad se suma el factor género, lo que las convierte en más vulnerables ante la violencia patriarcal y el aislamiento social, especialmente por parte de sus parejas. Mujer, viuda y mayor de 75 años de edad: la víctima más recurrente en los muchos casos de malos tratos que se dan en nuestro país.
Tras años de miedo y silencio, muchas de ellas solo consiguen liberarse de esa violencia al quedarse viudas pero sin dejar de convivir con esa terrible mochila emocional y psicológica tras años de impune violencia sobre ellas.
Una realidad silenciada que damos a conocer y sensibilizamos sobre la misma en las Jornadas Sobre Prevención de los Malos Tratos y Abusos a Personas Mayores, que desde UDP llevamos realizando desde hace 17 años. Como organización de personas mayores, reivindicamos la perspectiva de género en la actuación y prevención en los malos tratos y abusos a personas mayores.
En este sentido, creemos que la mejor forma de prevenir es conocer la existencia del maltrato a la persona mayor y fundamentalmente el maltrato que se produce a las mujeres mayores.
Por tanto, está en nuestras manos también, en nuestras voces, desde las asociaciones de Personas Mayores, empoderar a nuestras compañeras, a nuestra amigas, a todas esas mujeres mayores para que conozcan todos los aspectos relacionados con esta situaciones. Para que no oculten las situaciones complejas que viven día a día y que sepan y conozcan que hay medios para poder ayudarlas.
Pero también a las mujeres de las generaciones más jóvenes para que se sientan arropadas a la hora de denunciar una violación o una agresión sexual.
El silencio se convierte en una forma de violencia en sí misma. Si conoces un caso de violencia machista, denuncia. No te conviertas en cómplice.
No ocultes la violencia machista. Por ellas, por nosotras, por todas. Por una sociedad libre de violencias machistas.
Paca Tricio, Presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP).