
Jueves 18 de junio de 2020
2 minutos

Por el escenario del Teatro Campoamor han pasado algunos de los hombres y mujeres más importantes del mundo para recibir sus Premios Príncipe de Asturias, ahora Princesa de Asturias. Jóvenes y viejos, simpáticos y bordes, entre los maduros que provocaron más impacto se encontraba Liz Taylor, premiada por su lucha contra el sida, y que pronunció una frase gloriosa: “Solo quiero cambiar el mundo”. Una de las entregas más emotiva, la que protagonizaron Rostropovich y Menuhin, que subieron juntos, se sentaron juntos y se acercaron juntos a recibir galardón que compartían, Yehudi Menuhin llevando del brazo a un ancianísimo Rostropovich. Al día siguiente los encontré en la cafetería del hotel desayunando juntos; compartían una de esas amistades que se prolongan toda la vida, aunque sus compromisos profesionales no les permitían coincidir con frecuencia.
Esta vez ha sido Carlos Sáinz el que recibirá el premio al Deporte. Le llega cuando le falta poco para los sesenta. Ha habido premiados mucho mayores que él, pero destaca en su carrera que acumula más premios mundiales que cualquier otro corredor de rallies y, sobre todo, que a su edad sigue compitiendo porque no permite que los años le impidan correr a tope. Cuenta su representante que si le dan un coche competitivo “seguirá dando guerra” hasta ni se sabe. Y eso que lo suyo supone un esfuerzo físico y mental inconmensurable. En el Dakar, por ejemplo, las etapas son de 800 kilómetros, que hay que recorrer con una media de 120 km en un terreno durísimo en el que avezados conductores de larga experiencia han perdido la vida. Sáinz sin embargo lo hace como si nada, y se ha alzado con el triunfo en tres ocasiones.
A los mayores, cuando se marcan un objetivo, un reto, no hay quien los detenga.