

La pincelada propia, los clones y los mayores
Carmen de GradoJueves 13 de marzo de 2025
2 minutos

Jueves 13 de marzo de 2025
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Esta obra hiperrealista de Alyssa Monks (Nueva York, Estados Unidos) muestra la capacidad y destreza pictórica del artista para representar el mundo tal cual es. Es su habilidad y sensibilidad lo que nos conmueve, la de ella, la de la persona que ella es y se advierte en su obra. Una foto tendría otro valor.
En este momento, los enormes avances con la inteligencia artificial, permiten, entre otras cosas, construir clones en imágenes. A partir de una fotografía, obtener la mejor reproducción de una persona. A partir de un breve video, conseguir un clon que se mueve de la mejor manera. Lo mismo se logra al clonar la voz, se puede obtener entonces la más clara y agradable expresión con su particular entonación, ritmo, dicción y todas las características propias del habla. También se logra que el clon se exprese en distintos idiomas y mueva sus labios en total concordancia.

Cuando nos comunicamos con otros, ¿qué buscamos? ¿Buscamos que todos estos rasgos sean perfectos, que se reproduzcan por millones, llegar a muchos posibles compradores e ingresar mucho dinero? Si de ello se trata, la comunicación se convierte en una mercancía más.
Lo más rico y atractivo de la comunicación con el otro es que tanto quien escucha como quien habla estén comprometidos con su sí mismo más auténtico, eso que nos hace únicos e irrepetibles, eso que nos induce a buscar y saber más sobre el misterio que es el otro.
Valga la analogía entre los clones y las reproducciones de una pintura. Bienvenidos sean, pero confundir las copias con la auténtica obra sería un gran error. Sabemos de la diferencia monetaria entre ellas.
Lo que encierra el enigma es la obra auténtica. Guarda, además de la vibración de la mano del pintor al realizarla, los materiales de una época y región. Como dice Proust: "Guarda las miradas que la han rozado". Esas condiciones de autenticidad y originalidad son las que le dan valor.
Los mayores pueden haber aprendido a lo largo de su curso de vida algo relativo a esto. Una sociedad que confunde y no ve las diferencias pierde la magia y el encanto de vivir.