Lunes 23 de diciembre de 2019
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Se han hecho cientos de estudios sobre los posibles efectos secundarios de la píldora anticonceptiva. Y no es de extrañar si se tiene en cuenta que la consumen cientos de millones de mujeres en todo el mundo. Es verdad que de los primeros efectos indeseados de las primeras generaciones de anticonceptivos orales a hoy, han pasado años y muchas horas de investigación. Tantas como para llegar a una conclusión clara: los beneficios superan con creces los posibles problemas que en ocasiones pudieran surgir.
Dicho esto, un estudio me ha llamado la atención. Y es que parece ser que la mayoría de anovulatorios orales modifica la memoria. No es que la píldora disminuya o aumente la memoria, no; solamente la puede modificar y según ese trabajo, entre las que la consumen, hay mejor recuerdo de las cosas importantes que han vivido, especialmente si tienen un carácter emocional. Y entre las que no la consumen, el recuerdo es mucho más de detalles; es decir, parece que entre quienes toman esos anticonceptivos hay una memoria más esencial, más directa del hecho en si; mientas que entre quienes no consumen este fármaco, la memoria se dirige más a recrear el acontecimiento y detalles complementarios. También insisten los investigadores en aclarar que la píldora NO DAÑA la memoria, si no que solamente produce un cambio en los aspectos que más se recuerdan; pero no un déficit.
Cuando se cuenta una historia a un grupo de mujeres, las que toman la píldora la pueden repetir semanas después, siguiendo una línea argumental de la historia en sus puntos más sobresalientes. Las que no, además de la historia rememoran curiosidades que les llaman la atención.
Los científicos están buscando razones. Y señalan que la píldora parece aumentar la capacidad de cierta región cerebral. Y lo más curioso es que comparan la memoria de las mujeres que consumen el fármaco, con la de los hombres en el sentido de que recordamos mejor el argumento que los detalles.
Parecía interesante comentarlo hoy.
