![Ramón Sánchez-Ocaña Ramón Sánchez-Ocaña](https://www.65ymas.com/uploads/s1/12/41/31/2/ramon-sanchez-ocana.jpeg)
Lunes 29 de julio de 2019
2 minutos
Nuestra cara depende, evidentemente, de factores hereditarios. Nos parecemos a nuestros padres o a nuestros abuelos. Pero también hay factores ambientales que influyen. Y uno de ellos va a ser la musculatura. Los músculos de la cara y su actividad van a determinar cómo vamos a ser. Porque los músculos tienen una acción directa sobre el crecimiento de los huesos faciales. Por eso quienes no tienen tono muscular tienen una cara larga y estrecha. Por el contrario quienes tienen músculos potentes, tienen una cara mas corta, más cuadrada.
Por otra parte, la lengua, formada prácticamente por músculos tiene una enorme importancia. Una situación o una posición incorrecta de la lengua puede desorganizar bastante la estructura de la boca. Puede forzar que se tenga casi siempre abierta, por ejemplo...
Se ha especulado mucho sobre cómo será nuestra cara en el futuro. Se puede sospechar que vamos a tener un cráneo mayor. Habrá una mayor utilización del cerebro y por tanto habrá un aumento de la bóveda craneal. Tendremos una cabeza mayor. Y aumentaran de tamaño los ojos, los orejas y los labios, porque los utilizaremos más. El resto de la cara, sin embargo, no crecerá porque toda la zona frontal y facial va a depender de la alimentación. Y como cada vez esa alimentación será menos consistente y más elaborada se ejercitarán menos los músculos. Por tanto tenderá a disminuir. Por eso, la cara se afinará, se alargará. El mentón tenderá a desparecer porque no vamos a hacer mucha fuerza con las mandíbulas. Y también disminuirán los ángulos de los pómulos.
En definitiva el aspecto de la cara será más aniñado, más afeminado, más unisex...
Y lo probable es que disminuya el número de dientes. De hecho ya están disminuyendo las muelas del juicio. Probablemente van a desaparecer del todo, igual que los segundos premolares y los incisivos laterales...