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Miércoles 31 de julio de 2019
2 minutos
¿Verdad que usted conoce a más de uno que si empieza una tableta de chocolate se la termina? El chocolate es uno de los alimentos que más adicción produce. Después están los dulces y los frutos secos.
En todos los países se da en las mismas épocas. Se produce más en otoño-invierno que en primavera-verano. Quizá porque hay muchas personas que se sienten afectadas por el acortamiento de los días, tienen una cierta melancolía, un cierto retraimiento... y quizá lo compensen con el chocolate.
Lo padecen más las mujeres que los hombres; y entre ellas, lo padecen más las que sufren tensión premenstrual; o las que tienen un estado que podríamos llamar emocionalmente inestable.
No hay una razón clara de por qué el chocolate crea esa especie de adicción. Parece que produce una liberación de endorfinas (las mismas que se liberan cuando se hace deporte) que provocan un cierto bienestar. No se puede olvidar tampoco que muchos psiquiatras hablan de que el chocolate podría ser el bisabuelo del prozac.
Y todo porque uno de los componentes del cacao es un alcaloide muy parecido a la cafeína que se llama teobromina y que es un estimulante del sistema nervioso central.
Y es curioso, porque también influye el nerviosismo. El adicto cuanto más nervioso, más chocolate consume. Lo decía un ilustre adicto, el director Zubin Meta. En una jira por Israel, tuvo que vivir en Tel Aviv uno de los episodios terroristas que con tanta frecuencia se producen en aquella zona. Poco después comentó que durante aquellos días... su consumo de chocolate había sido continuo y excesivo.
Y se sabe que se produce a todas las edades, sobre todo en adultos jóvenes y en la edad media de la vida. El porcentaje de “adictos” en estos grupos es mucho mayor que entre adolescentes o ancianos.