Por lo menos cuatro de cada cinco varones reconocen que tardan en exceso en acudir al especialista y que además saben muy poco acerca de las partes de su cuerpo más vulnerables. Es el momento de reaccionar. Porque podemos mantenernos activos, sanos, fuertes y energéticos durante mucho más tiempo si sabemos cuidarnos.
Si partimos de la base de que los trastornos urológicos son los más frecuentes cuando se van cumpliendo años, parece natural que ir a la consulta se convierta en algo obligatorio, al menos al llegar a los 45. Después será el propio médico quien recomiende la periodicidad. Ese primer reconocimiento dirá el estado actual y sobre todo, servirá para seguir en las mejores condiciones los próximos años. Hay que tener en cuenta que quien envejece hoy lo hace con otras exigencias que hace unos años. Y piense que la dejadez masculina hace que patologías graves como el cáncer de próstata o de colon, que podrían haber tenido solución, lleguen demasiado tarde a manos de la medicina.
Cuida tu corazón
La prevención cardiovascular gira en torno a unos pilares básicos: una alimentación con pocas grasas animales, ejercicio físico no fuerte, pero con constancia; abandonar el tabaco, y mantener el control periódico y riguroso de la tensión arterial, del colesterol y de la diabetes.
Hay datos rotundos: la enfermedad coronaria puede afectar a 23 de cada mil personas que no tengan factores de riesgo. Pero si fuman el riesgo es más del doble (53 por 1000). Si además del tabaco se añade otro factor de riesgo como la hipertensión o el colesterol, la tasa se vuelve a duplicar y llega a 103 por 1000. Y si unen los tres factores mayores de riesgo como son tabaco, hipertensión y colesterol, la tasa llega a 189 por mil. Aún más, si se añaden kilos de más.
El frecuente dolor de espalda
No solemos darle la importancia que merece. Es el primer motivo de invalidez entre los que no han cumplido todavía los 45 años y el tercero a partir de esa edad. Y en la mayoría de los casos, el dolor tiene su origen en las malas posturas, en los movimientos inadecuados cuando cargamos un peso o nos inclinamos para recoger algo. Solo 15 de cada 100 diagnósticos se debe a una causa identificada. Todos los demás tienen un componente mecánico-degenerativo. Por eso, hay que recordar que todas las posturas prolongadas son nocivas para la columna. Estar de pie o sentado sin moverse durante mucho tiempo daña la espalda. Por eso, en pie hay que separar un poco las piernas y hacer cargas asimétricas del peso en cada extremidad, así como realizar basculamientos de la pelvis. Y es conveniente alinear la columna con la pared y simular que se está sentado sin silla . Así se fortalecen los cuádriceps, los músculos de los muslos, y se reduce la tensión de la columna.
Los ojos
La calidad de vida que se gana con una buena visión es indiscutible .Y el problema más común a partir de los 40-45 años es la presbicia o vista cansada. El ojo pierde capacidad de adaptación y no enfoca por si mismo. Como el enfoque real no funciona, hay que variar la distancia del objeto (y estiramos el brazo). Hasta que tenemos que recurrir a las gafas. Es necesario que las revisemos cada cierto tiempo, porque un porcentaje muy elevado de gente podría ver mejor y no lo sabe. Y más ahora, en que nos pasamos mucho tiempo ante la pantalla de un ordenador.
Una dieta sana
Solo con modificar algunos aspectos de la dieta se podría reducir la incidencia de cáncer en un 30 por 100. Y aunque comemos bien, en general hay un consumo excesivo de grasas, ácidos grasos saturados, proteínas, carnes y alcohol. Sin embargo, consumimos muchos productos que tienen un efecto protector y quizá por eso la nocividad de esos excesos no se nota tanto. En síntesis, debemos ingerir, buena cantidad de frutas y verduras. Comer cereales y legumbres, preferiblemente frescos y poco procesados. Comer menos carne. (La carne en el plato, debería ser la guarnición y no al revés). Reducir el consumo de grasas animales (excepto las del pescado azul). Reducir el consumo de sal. Limitar el consumo de alcohol.
Dormir lo suficiente
El 30 por 100 de españoles tiene algún problema a la hora de dormir; y no podemos olvidar lo que sostiene el Dr. Estivill: “dormimos para estar despiertos”. Lo ideal, decimos todos, es dormir lo suficiente. Pero ¿cuánto es eso? Cada uno tiene sus necesidades. En general se admite que los adultos debemos dormir alrededor de 7 horas. Pero debe saberse que con la edad el sueño cambia. Se fragmenta. No se duerme tanto por la noche, pero damos una cabezada después de comer.
Revisiones
Recuerde que debe revisar dos cuestiones prioritarias: la próstata y el colon. Por eso es imprescindible la búsqueda de sangre oculta en heces y la colonoscopia cada dos años a partir de los 50. Debe vigilar todo el sistema cardiovascular y placa de tórax, sobre todo entre fumadores.