No hace mucho tiempo, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) elaboró un decálogo muy interesante para destacar las pautas saludables de la mujer en las tres etapas representativas:
1. Mantén una dieta equilibrada durante la infancia y accede a un aporte vitamínico y de minerales bajo control pediátrico. Recuerda que el calcio se atesora en la juventud y se gasta en la menopausia.
2. Haz ejercicio habitualmente, evitando el sobrepeso.
3. Infórmate de las opciones médicas y planes preventivos de las enfermedades ginecológicas.
4. Infórmate de los métodos anticonceptivos y de cuál es el más adecuado para ti.
5. Hazte revisiones ginecológicas periódicas cada dos años.
6. Evita las enfermedades de transmisión sexual.
7. Antes de planear un inminente embarazo, acude a una revisión preconcepcional y luego controla tu gestación adecuadamente.
8. Come equilibradamente durante tu vida reproductiva y menopáusica: haz comidas con pocas grasas saturadas, con pocos azúcares refinados (pasteles por ejemplo), rica en verduras y pescados, preferentemente azul y carnes blancas.
9. Evita hábitos tóxicos y medicamentos inadecuados o que te provoquen dudas sobre la integridad fetal en el primer trimestre de la gestación. Consulta siempre con tu ginecólogo.
10. Asume la importancia de la lactancia materna y de sus beneficios para ti y para tu hijo.
Controlar el peso
Por otra parte, no hay duda de que el control del peso es una de las preocupaciones y de los propósitos más comunes. Pero la mujer tiene unas connotaciones hormonales que cuando tiende a la obesidad se debe más a la dificultad de eliminar calorías que a la excesiva ingestión.
Además, cuando la mujer llega a los 30 años hay un proceso que debe prevenir: cada año y medio empieza a cambiar un kilo de músculo por un kilo de grasa. Así que se impone el ejercicio físico con la conciencia de que cuanto más lo retrase, más difícil será después rebajar los michelines. Hacia los 40 la mujer, ralentiza su metabolismo y por tanto debe disminuir la cantidad de calorías que ingiere.
La sal
A partir de la menopausia debe mantener siempre dieta equilibrada. Si es obesa, dieta hipocalórica, baja en grasas. También es importante disminuir a menos de 2 gramos la cantidad de sal que se ingiere. La dieta además debe ser rica en calcio y en productos lácteos porque disminuye la absorción de este mineral. Por lo demás, tanto para la mujer hipertensa, como para la mujer con riesgo de osteoporosis posmenopáusica, conviene la realización de ejercicio no brusco entre 20 y 30 minutos diarios.
Y para la mente
- Aprenda a parar la prisa. Intente disponer todos los días de un ratito para organizarse mentalmente.
- Procure establecer unas normas correctas para dormir adecuadamente.
- Destierre la frase de “son cosas de la edad”. Son cosas de la pereza, de la dejadez...
- Recuerde que el trabajo es importante, pero que es solo una parte de lo importante que hay en la vida.
- Debe buscar un tiempo para hacer gimnasia cerebral. Es increíble que los gimnasios se llenen de gente que quiere estar en forma física, pero que no hace la misma gimnasia para el cerebro. Recuerde que el cerebro es como el músculo del deportista, que si deja el entrenamiento pierde la forma.