La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una patología crónica degenerativa que se caracteriza por el deterioro de la zona central de la retina responsable de la visión fina (la mácula) y cuyo origen es desconocido.
Quienes padecen esta degeneración pierden en un periodo de tiempo que va de dos meses a tres años, su capacidad de leer, de conducir o de reconocer caras.
El deterioro de la mácula es más frecuente en personas de edad avanzada. Y una de sus características es que no afecta a la visión periférica, si no a la central; es decir, lo único que el enfermo logra ver son los bordes que hay alrededor de la imagen. De ahí se deduce que la DMAE no causa una ceguera total por si sola, pero incapacita y por eso se sostiene que es la primera causa de “ceguera legal”.
Cómo y por qué se produce
La retina tiene un metabolismo muy activo. Eso quiere decir que consume mucho y que por tanto, genera mucho material de desecho. Con los años, la facultad de eliminar esos desechos se va perdiendo, lo que hace que se acumulen formando lo que los especialistas llaman drusas.
El problema de las drusas es el lugar en que se forman. Porque las drusas separan la coroides de la retina (las dos capas que recubren el globo ocular. Podríamos decir que las despega. Y las consecuencias de ello son graves; porque, los fotorreceptores, las células encargadas de ver, reciben sangre de la coroides. Y si la coroides se despega de la retina, los receptores quedan sin riego y degeneran.
Si la zona de la retina afectada es la mácula (zona de mayor concentración de fotorreceptores de toda la retina) la consecuencia es la pérdida de la visión central.
Ante esta situación , la retina puede reaccionar de dos formas, determinando los dos tipos de DMAE. Si la mácula se va atrofiando lenta y progresivamente se trata de una DMAE seca. Pero puede ocurrir el caso contrario. La retina como no tiene riego trata de revascularizarse creando una nueva red de vasos. Es la DMAE húmeda. El organismo trata de hacer nuevos vasos sanguíneos con la intención de suministrar oxígeno a la retina; pero lo que ocurre es que esos vasos nuevos son muy frágiles y exudan hacia el exterior, empeorando el cuadro.Y entonces , los fotorreceptores no solo no reciben riego, sino que ,como en la zona de la mácula se forma una incipiente red de nuevos vasos , se dificulta aun más la visión. Es la DMAE de tipo húmedo que es muy agresiva y evoluciona rápidamente hacia la ceguera.
La seca o atrófica, que es la de evolución menos agresiva afecta al 85 % de personas que sufren esta enfermedad; y la húmeda o exudativa que es la más grave afecta al 10-15 % de estos enfermos.
Principal causa de ceguera
En el mundo occidental, veinte de cada cien personas sufre algún tipo de degeneración macular. Hoy puede decirse que es la principal causa de ceguera en la población mayor de 65 años en los paises desarrollados. Si se tiene en cuenta, ademas, que en estos paises el envejecimiento de la población es grande y que la esperanza de vida es cada vez mayor, estamos ante una patología que supone ya y va a suponer en el futuro, un auténtico problema social.Su incidencia aumenta de modo exponencial con la edad .
Diagnóstico
El diagnóstico precoz es de vital importancia. Pero eso solo se consigue con revisiones periódicas del fondo de ojo y controlando muy de cerca a los pacientes que tengan drusas (es decir, que no evacúen bien los desechos de la retina). Deben hacerse exploraciones de agudeza visual y pruebas concretas de la función macular.
El problema es que la mayoría de los pacientes solo acuden al especialista cuando ya han notado algunos trastornos visuales; es decir, cuando la degeneración macular esta ya en marcha.
El tratamiento debe instaurarse en las estadios iniciales. Y se puede detener el progreso de la enfermedad.
Factores de riesgo
Como no se conocen bien las causas que provocan la degeneración macular, es difícil establecer unos factores de riesgo claros. Clínicamente, el único que se ha demostrado, es el habito de fumar. Pero los especialistas señalan que los antecedentes familiares aumentan el riesgo. De ahí que los mayores de 40 años con antecedentes deban hacerse reconocimientos periódicos. También se consideran como factores de riesgo, las cataratas, la hipertensión, la exposición de los ojos al sol y el color claro de los ojos.