![Ramón Sánchez-Ocaña Ramón Sánchez-Ocaña](https://www.65ymas.com/uploads/s1/12/41/31/2/ramon-sanchez-ocana.jpeg)
![Ramón Sánchez-Ocaña Ramón Sánchez-Ocaña](https://www.65ymas.com/uploads/s1/12/41/31/2/ramon-sanchez-ocana.jpeg)
Día Mundial del Ictus: unas cifras dramáticas que se ignoran
Ramón Sánchez-OcañaFoto: Bigstock
Viernes 29 de octubre de 2021
5 minutos
![Día Mundial del ictus, una enfermedad que causa en mujeres el doble de muertes que el cáncer de mama. Foto: Bigstock Día Mundial del ictus, una enfermedad que causa en mujeres el doble de muertes que el cáncer de mama. Foto: Bigstock](https://www.65ymas.com/uploads/s1/84/82/38/dia-mundial-ictus-mujeres.jpeg)
Foto: Bigstock
Viernes 29 de octubre de 2021
5 minutos
![Píldoras Píldoras](/uploads/s1/51/96/02/pildoras.jpeg)
Las cifras son dramáticas; pero se ignoran. Por eso, en su Día Mundial se quiere llamar la atención sobre este problema. Una mujer sabe que el cáncer de mama o de útero es frecuente; y sin embargo solo una de cada 25 fallecerá por una de esas enfermedades. Pero, una de cada tres fallecerá por causa de una patología cerebrovascular. Hoy por hoy es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en varones.
Para dar una idea: produce en la mujer el doble de muertes que el cáncer de mama. Y como nos dice la Sociedad Española de Neurología, un 25% de la población está en riesgo de sufrir un ataque de este tipo a lo largo de su vida.
El ictus es una denominación más amplia de ataque cerebral o infarto cerebral. Ocurre cuando hay una interrupción del riego sanguíneo en el cerebro. Hay dos grandes categorías: las causadas por la interrupción de la circulación sanguínea y las causadas por hemorragias.
Existen dos medidas principales que se pueden adoptar para reducir el riesgo de muerte o discapacidad por un ictus: vigilar la aparición de síntomas y controlar los factores de riesgo.
La causa hay que buscarla en un coágulo, en una placa de ateroma (por exceso de colesterol), o en un pequeño trombo que bloquea la circulación de un vaso sanguíneo en el cerebro. Por eso, una zona se queda sin riego. De ahí que se llame también infarto cerebral. Por otra parte, puede existir una debilidad de los vasos, y entonces una excesiva tensión quizá rompa alguno y surja la hemorragia. El resultado es el mismo. Cuando la obstrucción es pequeña no se produce más que una crisis transitoria. Una pequeña parálisis facial o una leve pérdida de movimiento o de la palabra. Pero luego, se restablece el riego, y no pasa nada. Otras veces, la zona es mayor y los efectos son permanentes. Y por último puede ocurrir, que surja una hemorragia cerebral, cuyo desenlace puede ser fatal.
Poca información
Sin embargo, y aunque poco a poco se va tomando conciencia, el gran público tiene muy poca información sobre este problema. Si un día cualquiera tenemos un dolor precordial e incluso un dolor irradiado por el brazo izquierdo, es posible que nos asustemos. Tenemos un problema cardiaco. Entonces tratamos de ir cuanto antes al médico. Por suerte, en la mayoría de los casos será una presión causada por gases y no habrá pasado nada.
Sin embargo, no ocurre así cuando se trata de un accidente vascular cerebral. Y no ocurre, porque el paciente no sabe cómo reaccionar. Si se le duerme un brazo, o tiene hormigueos frecuentes en una mano, o de pronto ve nublado o quiere hablar y no puede, no es habitual que piense en algo cerebral y acuda a la consulta. Lo más común es que pasado ese episodio, y vuelta a la normalidad, el individuo piense en acudir al médico, pero sin urgencia mayor. Y ahí empieza la cadena de errores. Porque si se trata de algún problema de riego, cuanto antes se detecte y antes se trate, no solo mejor pronóstico tiene, sino que -y sobre todo- se impedirá su frecuente y más grave repetición.
No lo dude si siente...
Aunque en un principio hablar de síntomas puede crear temores infundados, los especialistas están de acuerdo en que el ciudadano debe conocerlos, porque se trata de una urgencia que debe llegar rápidamente al hospital.
- Repentina debilidad o entumecimiento en cara, brazos o piernas.
- Repentino oscurecimiento o pérdida de visión, particularmente de un ojo.
- Repentina dificultad en el habla o en la comprensión.
- Mareos inexplicables, inestabilidad o caídas repentinas, sin ningún otro signo.
También pueden detectarse otros signos de peligro como doble visión, somnolencia, náuseas o vómitos. A veces estos síntomas aparecen de forma momentánea y desaparecen. Estos breves episodios conocidos como ataques transitorios de isquemia son llamados mini-infartos cerebrales.
Factores de riesgo
- Hipertensión.
- Tabaquismo (favorece el depósito de sustancias grasas en la carótida, que es la principal arteria del cuello que provee de sangre al cerebro).
- Ateroesclerosis (placas de ateroma en las paredes de las arterias, y especialmente la carótida).
- Enfermedades cardíacas (pueden producir coágulos que podrían liberarse y bloquear algún vaso o dirigirlo hacia el cerebro).
- Antecedentes de infarto cerebral o síntomas de él (Si ha habido algún accidente menor o se tienen antecedentes familiares es básico tomar cuantas más medidas preventivas, mejor).
- Diabetes (puede dañar los vasos incluidos los del cerebro. Con nivel de glucosa alto, si hay algún problema en un vaso cerebral suele ser mayor y más grave).
En cuanto al perfil tipo de estos enfermos, la estadística nos dice que se trata de una persona mayor que no vigila su hipertensión, es obesa, consume dieta grasa, fuma y tiene una arritmia cardiaca. Ese es el perfecto candidato al ictus.