Para la sangre, todos los días son emergencia. Y hay escasez permanente, porque se hacen más intervenciones, se realizan más trasplantes y no crecen los donantes en la misma proporción.
Para dar una idea: una intervención cardiaca, consume tres bolsas de sangre. (Una donación es de 440 cc, volumen al que hay que añadir los 60 cc. de anticoagulante para formar los 500 cc de una bolsa).
No tenemos conciencia permanente de que la sangre perdida solo puede ser sustituida por sangre donada. Y somos solidarios ante una situación de emergencia; pero es que esa situación es continua en los grandes hospitales.
La sangre es un bien que todos tenemos gratuitamente, que es imprescindible, que (por ahora) no puede fabricarse artificialmente; que, en condiciones normales, se regenera en unas horas. Entonces, ¿por qué no hay más donaciones? Probablemente por falta de información. Todavía hay prejuicios en torno a su utilización y su comercio. Y debe saberse que no hay tal. Habría que informar claramente de qué ocurre con la sangre desde que se dona hasta que llega al destino final, que es ayudar a otra vida.
En un día recuperamos plenamente el líquido extraído. En cuanto al nivel de plaquetas se tarda alrededor de 72 horas y el nivel pleno de glóbulos rojos, en torno a los dos meses.
Debe saber
No hay posibilidad de contagio con la jeringuilla al donar, porque las que se utilizan son de un solo uso, que luego se tiran; que la cantidad que se extrae está perfectamente calculada para que una persona sana no lo note.
Un 20 % se utiliza en ginecología, especialmente en tratamiento de tumores maternos. Un 30 % se utiliza en traumatología (accidentes de tráfico y laborales). En cardiocirugía se utiliza un 15 %. Con el agravante además de que la sangre no se puede almacenar indefinidamente, porque caduca.
La donación de sangre en nuestro país es altruista y no remunerada, lo que quiere decir que no se paga por donar.
Tras la donación
Lo primero que se hace, tras los análisis para conocer el grupo y el Rh, es separar sus componentes; es decir, glóbulos rojos, plasma (la parte líquida con los factores de coagulación), y plaquetas, que van a cubrir las necesidades hospitalarias.
Peso y edad. No se puede donar si se pesan menos de 50 kilos o si se tienen más de 60 años. El peso viene marcado por la cantidad de sangre que se extrae (450 cc); y en cuanto a la edad el médico dirá si se está en buena salud, aunque no se permite hacer la primera donación después de los 60.
Frecuencia. Los especialistas aconsejan planificar las donaciones, especialmente para cubrir la necesidades durante las vacaciones.
Se puede donar cada 2 meses. Y se aconseja a los hombres donar 4 veces al año, y 3, a las mujeres. Esa menor frecuencia femenina se debe a que la necesidad de compensar las pérdidas de la menstruación.
Tatuajes y piercings. Durante algún tiempo, y hace años, no se aconsejaba la donación a quienes exhibieran tatuajes o piercings debido a que se ignoraba las condiciones higiénicas en que se realizaban. Hoy los gabinetes de tatuaje han mejorado de manera notable. De todos modos, se deben esperar al menos 4 meses desde su realización.
Hepatitis. Haber padecido hepatitis impide la donación si se trata de la Hepatitis B y la C. En el caso de la hepatitis A no hay problema.
Medicamentos. Se debe advertir si se está tomando algún medicamento. Normalmente, no hay problema. La propia Cruz Roja señala que por ejemplo, si se trata de aspirina o antinflamatorios, se permite la donación; pero en el caso de los antibióticos se debe esperar 15 días desde su consumo. Tampoco debe donar el diabético que este a tratamiento con insulina. En el caso de una operación quirúrgica se debe esperar una semana en el caso de cirugía menor y cuatro meses en el caso de cirugía mayor.
La aféresis. Es cuando solo se dona alguno de los componentes de la sangre. Se extrae la sangre se separan sus componentes, y una vez donado el que interesa, se devuelve la sangre al donante.