EPOC es la abreviatura de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica que abarca la bronquitis y el enfisema. Muchos especialistas sostienen que debería cambiar su nombre por el de tabaquismo, ya que el abuso del tabaco es su primera causa. Es una enfermedad que limita la ventilación permanentemente, bien por problemas en las vías aéreas -bronquios- bien por alteraciones del tejido pulmonar.
Los síntomas más conocidos son la tos, expectoración, disnea o fatiga, limitación respiratoria y si prosigue el proceso, insuficiencia respiratoria. Puede tener también otro tipo de complicaciones como la alteración del sueño o el neumotórax.
El 12% de los adultos presentan síntomas de EPOC. Y de ellos, el 10% son mujeres. El problema más grave es el desconocimiento de que se padece. Porque entonces no se le puede poner remedio a tiempo.
Más de medio millón de españolas que sufren EPOC no están diagnosticadas y el infradiagnóstico en España tanto en hombres como en mujeres alcanza al 75% de los enfermos. Y va aumentando porque el tabaco pasa factura muchos años después de haber empezado a fumar. Ya hay muchas zonas en donde la mortalidad por cáncer de pulmón en la mujer supera a la del cáncer de mama.
El 10% de españoles mayores de 40 años tiene EPOC. El perfil clásico indica que es un varón de más de 40 años y fumador o ex fumador. Con la incorporación de la mujer al tabaquismo cada vez hay más que padecen la enfermedad y su número irá aumentando, porque cada vez hay más fumadoras entre las adolescentes.
El tabaco –que se considera el principal responsable de la enfermedad– va minando los pulmones que son como una esponja. Poco a poco los agujeros que permiten la absorción de aire se van rompiendo, con lo que acaban sin poder funcionar, con una insuficiencia clara.
No todos presentan los mismos síntomas; pero puede decirse que cuando aparece la disnea de esfuerzo (jadeo tras subir escaleras, por ejemplo) se calcula que la mortalidad a 10 años será del 50%. Las estadísticas dicen que un fumador que durante 20 años haya consumido 20 cigarrillos diarios es difícil que no presente los síntomas de la EPOC.
El tabaco no es la única causa, pero sí se considera la principal y sobre todo, la determinante. Influyen también la contaminación y la predisposición genética. Porque hay mujeres con EPOC que no tienen antecedentes de tabaquismo, por lo que se sigue investigando para saber qué agente causal esta detrás de la enfermedad.
La enfermedad se va instalando de forma insidiosa y muy poco a poco. Hasta el punto de que en las primeras etapas, el individuo asume los síntomas como algo natural. Una tos continuada, un catarro que no acaba de quitarse, una disnea tras hacer un mínimo esfuerzo es algo que le hace pensar que “debería dejar el tabaco”. Pero la enfermedad cuando se instala es crónica, irreversible y progresiva.
Si se detecta a tiempo, y se abandona el tabaco, aunque la enfermedad es irreversible, se puede lograr que no progrese; además, se puede prescribir el tratamiento adecuado para que los síntomas no sean notables y mejore su calidad de vida.
El problema estriba en el desconocimiento de que se padece y en que las primeras dificultades respiratorias son leves. Y siempre se achacan a otras causas.