Que hacer deporte, es recomendable, nadie lo duda. Pero conviene tener en cuenta una serie de cuestiones previas:
- Debe conocer el deporte que quiere realizar y dominar razonablemente su técnica.
- Debe conocer su propio estado de salud por si no le conviniera ese deporte y saber cuáles son sus propias limitaciones físicas.
- Debe iniciar la actividad poco a poco de forma progresiva hasta llegar a un nivel aceptable. Y saber parar a tiempo, sin excesiva fatiga y sin disimular el cansancio con estimulantes o analgésicos.
- Debe adoptar hábitos de vida que ayuden al deporte.
¿Que edad tiene?
El deporte proporciona salud, pero si no se hace bien, puede ayudar a perderla. No todos los deportes afectan al organismo de la misma manera. Por eso, si está en torno a los 35 años ya hay una serie de factores de riesgo que deben analizarse antes de lanzarse a la bici, al jogging, al footing o al tenis. Conviene, en todo caso, un reconocimiento médico-deportivo. El especialista le va a orientar sobre qué tipo de ejercicio o de deporte puede y debe hacer. Ver qué limites debe imponerse, cómo debe iniciarse.
Beneficios y riesgos
Si se hace bien y va uno adaptándose, los huesos van a aumentar su resistencia y su elasticidad. El corazón va a aumentar su tamaño y su potencia bombeadora. Los músculos tendrán más riego y más potencia. Los vasos sanguíneos estarán más limpios. Se eliminará exceso de peso. Pero esto es sólo si el entrenamiento es bueno.
Si se realiza un deporte sin la preparación previa, surgirán los problemas. No ya las lesiones graves, sino muchas de las leves en un pie, en una rodilla, se producen en los últimos minutos de un partido de tenis, de una carrera, de un footing excesivo. También son frecuentes las lesiones, especialmente 'tirones'. Y es por pretender hacer en 15 días lo que no se hizo en todo el año.
Solo 37 de cada 100
Esta es la cifra de los españoles de entre 15 y 65 años que practican ejercicio de forma habitual. En Navarra y Madrid es donde más personas hacen deporte. Les siguen Cataluña y Asturias. Extremadura está en el último puesto.
Los deportes que más se practican durante el tiempo libre son la natación, seguida de futbol, ciclismo, y gimnasia de mantenimiento.
La sed, señal de alerta
Para poder realizar una actividad física normal es necesario estar bien hidratado. En circunstancias normales necesitamos entre litro y medio y dos litros de liquido al día. Si lo perdemos por actividad física o exceso de calor esa cantidad se puede elevar hasta los 6 litros.
”La sed es una señal de alerta. Aparece cuando hemos perdido ya cierta cantidad de agua, lo que supone una merma en el rendimiento físico", comenta la Dra. Nieves Palacios, del Consejo Superior de Deportes.
Se debe consumir un litro de agua por cada mil calorías gastadas. Una norma básica es beber a lo largo de todo el día. Y cuando se hace deporte, antes, durante y después de realizarlo.
A cada edad, el suyo
En la primera etapa, basta con el juego. Ya en los primeros años de colegio, conviene jugar a todo y que el niño pueda elegir aquel que más le gusta. Los expertos dicen que debe hacer un deporte individual (natación, por ejemplo; o la tan popular carrera) y otro colectivo, de equipo. Cuando empieza su desarrollo es aconsejable seguir con esa pauta, pero con mayor intensidad.
Prácticamente todos los deportes le convienen, aunque elegirá uno sobre los demás. Hasta los 30 años el fútbol, el tenis, la natación, el ciclismo o correr pueden llenar sus horas. Y a partir de ese momento conviene una revisión médica por si acaso. Lo importante es que la actividad sea constante.
A partir de los 40 años la intensidad del ejercicio puede empezar a rebajarse. Especialmente si el deporte incluye saltos, porque es cuando comienzan a resentirse las articulaciones. Gimnasia suave de mantenimiento y de estiramiento y todo aquello que fortalezca los huesos.
A partir de los 50 años, uno de los más recomendables es la natación, o simplemente andar. O correr, si uno se ha aficionado a ello. También aquí lo más importante es la regularidad.
Y los mayores, andar, nadar, con baja intensidad, pero con constancia.