Hallus valgus, clinodactilia externa, angulación del primer radio o dedo en escuadra son los nombres técnicos que recibe el popular juanete. En la mayoría de las ocasiones origina un problema doloroso, aunque también es cierto que muchas veces es perfectamente tolerado y quien acude a una consulta lo hace solo por un problema estético.
La frecuencia es muchísimo mayor entre mujeres que entre varones y aparece sobre todo en los años previos a la menopausia. Y siempre se apela al calzado de tacón como uno de los factores que ayudan a su origen por la tensión de fuerzas que establece ese pie elevado. Sin embargo, el hecho de que también se produzca en muchachas jóvenes que no han dado tiempo a la deformación del pie, hace suponer que la causa no estriba solo en esa mecánica, sino también en que el pie femenino es más pequeño, menos musculado y con unos ligamentos, por razones hormonales, con más tendencia a la laxitud.
Las razones de esa angulación del dedo gordo del pie, de todos modos, hay que buscarlas en el calzado. Porque los pueblos primitivos, que caminaban descalzos, tenían el padecimiento inverso. Al pisar sin la sujeción del zapato, el pie quedaba extendido, con lo que el dedo gordo se abría formando en esa primera articulación el ángulo contrario. (Aunque se han encontrado juanetes en alguna población neolítica de Nueva Guinea )
Al andar calzado, el peso del cuerpo se apoya sobre la superficie inclinada del zapato. La inclinación del zapato femenino, por el tacón alto, es mucho mayor, con lo que la presión se ejerce sobre la parte delantera del pie. Así, el pie se comprime en la puntera y se inicia una desviación del dedo gordo hacia adentro. Y cuando se inicia esa desviación se produce después un problema dinámico, un cambio en la dirección de las fuerzas del pie y de los tendones. El resultado final es que el dedo va poniéndose cada vez más en escuadra, girando sobre su propia articulación que se sale hacia afuera y forma el juanete.
Deformidad adquirida
Los doctores Zwart y Espejo, que realizaron un magnífico trabajo sobre este tema –y que seguimos en este texto– señalan que el hallus valgus congénito es extraordinariamente raro y si aparece suele ser asociado a otras deformidades. Lo normal es que sea adquirido y puede aparecer a cualquier edad y sin distinción de sexos, aunque como hemos dicho es más frecuentes en mujeres hacia los 45 años, y especialmente si tienen un historial artrósico en otras articulaciones, celulitis en tobillos y varices.
No es raro además que el juanete vaya unido a otras alteraciones en la forma de los pies, como el segundo dedo en martillo (o los siguientes, e incluso algún dedo oculto, por debajo del segundo y cuarto).También es posible que aparezca en el dedo meñique una deformación parecida al juanete con el consiguiente riesgo de callosidad; o los dedos ensanchados en abanico; o el llamado pie redondo.
Sobrecarga
El dolor leva al paciente hasta la consulta del especialista. Y es que se produce un trastorno estático. El paciente tiene miedo de apoyar el pie completo y entonces sobrecarga la parte externa y camina con el pie en inversión con lo que establece un círculo vicioso. Y cuando hay inflamación, el roce del calzado produce tal dolor que recurren a los más variados artificios para procurarse una mejoría. Mucha gente se recorta las zapatos o las zapatillas para hacer hueco al juanete
En otras ocasiones se logra que el juanete no duela por sí mismo. Pero la postura forzada al andar y el cambio en las fuerzas del pie al caminar en mala posición, puede desencadenar procesos dolorosos a distancia, especialmente a la altura de las rodillas.
Soluciones
Cuando no es muy pronunciado y sobre todo cuando aún se es joven y cabe posibilidad de corrección suelen proponerse unas férulas que se colocan durante la noche. Son férulas de corrección que se colocan en la parte interna del pie, enderezando el dedo. Los propios especialistas dicen que tienen una utilidad muy relativa.
Normalmente la solución es quirúrgica. Y como dicen los especialistas citados, el hallux valgus es una de las entidades para las que se han ideado más tratamientos diferentes.Entre otras cosas porque también los pies son diferentes. No hay una intervención tipo
Tenga en cuenta
- Si el juanete se inicia, piense que se trata de un proceso y que si no se toman medidas inmediatas, seguirá de manera irreversible y progresiva.
- Ante los primeros síntomas, debe revisar el calzado. Es aconsejable que sea de puntera amplia y redondeada para que no ejerza presión sobre la articulación.
- El tacón debe ser bajo. Si tiene algún problema haga esta prueba: póngase descalzo, en pie, junto a sus zapatos. Y compare su pie con su zapato. Vea materialmente cómo puede comprimirle.
- Hay un llamado juanete de los sastres que se produce precisamente en el quinto dedo y no en el primero. Se produce por una prominencia excesiva de la parte externa del pie. En teoría estaría causado por estar mucho tiempo erguido. La presión comprimiría el dedo contra el zapato originando el roce, la bursitis consecuente y finalmente el callo.
- La cirugía se impone especialmente si el dedo gordo queda por debajo del segundo, impulsándolo hacia arriba y provocando una deformación mayor del pie; o cuando el paciente no puede utilizar calzado ortopédico, ni normal debido al dolor.