![Ramón Sánchez-Ocaña Ramón Sánchez-Ocaña](https://www.65ymas.com/uploads/s1/12/41/31/2/ramon-sanchez-ocana.jpeg)
Jueves 17 de octubre de 2019
2 minutos
Aunque nos pueda producir cierta perplejidad, lo cierto es que las células parecen tener un determinado código de comunicación entre ellas. Es como si establecieran una tertulia en la que unas a otras se preguntaran:
- ¿Y tu cómo estas?
- Bueno, con mis achaques, pero bien; todavía bien.
O por ejemplo:
- Chica, estoy fatal... ¡No aguanto más!
Las otras células, avisadas, se deben disponer entonces a eliminar de la mejor forma posible a la que, harta de dividirse y de replicarse anuncia que le ha llegado su hora.
El lenguaje en que se comunican las células se llama “código Flower” y fue descubierto por el Grupo de Competición Celular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
Lo más curioso es que son las propias células las que indican su estado de salud. Y lo hacen con una proteína que tiene tres formas diferentes. Cada una de ellas indica cómo se ven, cómo se encuentran. Es decir, la célula detecta su propio estado, y según esté, así pone esa proteína que a modo de etiqueta, como dicen los expertos, indica a ella y a todas sus vecinas cómo se encuentra realmente: bien, regular, o mal. Es decir, dan el aviso de que están gastadas o demasiado débiles y que deben sustituirse por células nuevas, más enérgicas, más vitales.
Por ahora, según informan desde el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, esta investigación se ha realizado en la mosca Drosofila; pero ya se esta ensayando en organismos superiores.
Puede ser importante. Porque una célula puede disponer de esas tres etiquetas, en efecto; pero si sabemos cuándo lo hace y por qué lo hace, se podrá intervenir, por ejemplo, en el proceso de envejecimiento. O, yendo mucho más allá, en cualquier proceso de renovación o multiplicación celular...