Ramón Sánchez-Ocaña
Opinión

Los riesgos de conducir de noche

Ramón Sánchez-Ocaña

Jueves 8 de agosto de 2019

1 minuto

Sin tratamientos adyacentes

Jueves 8 de agosto de 2019

1 minuto

No son despreciables. Y prueba de ello es que del total del tráfico en carretera, un 80% se realiza por el día y solo un 20% durante la noche. Sin embargo, durante la noche se producen un 47% de las muertes totales de los accidentes y un 32% de heridos. Es verdad que pueden influir muchos otros factores. El alcohol, por ejemplo, es más frecuente. En todo caso, es como para meditar el hecho de que casi la mitad de los muertos de tráfico se produzcan por la noche, precisamente cuando hay un tráfico que es sólo la quinta parte de intenso que durante el día.

Pero la noche en sí misma altera la forma de conducir. De noche, el sentido de profundidad visual es 7 veces menos eficaz. Los contrastes se enturbian, los límites de los objetos se difuminan. Solo actúa la retina periférica, pero ésta no distingue la tonalidad de los colores (por ejemplo, el rojo parece siempre más lejano de lo que realmente está) las distancias se subestiman con lo que el acto reflejo de frenado se retrasa. Es esa una de las razones por las que en la noche hay muchos más accidentes.

Tampoco el ojo se libra del cansancio y de la fatiga. Por mucho que las campañas oficiales nos digan que es necesario descansar, pocos conductores lo hacen. El organismo humano sometido a un esfuerzo físico o mental acaba sintiendo la fatiga. Y la siente al margen de la voluntad del conductor. La conducción atenta, aunque nos parezca mecánica, exige un esfuerzo suplementario para el cuerpo. Y aunque no lo notemos, las reacciones se hacen más lentas. Y la noche aumenta la fatiga visual.

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

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