Un masaje lento y suave, dado por un profesional, relaja los músculos, produce bienestar, induce al sueño… Si el masaje es activo, rápido, fuerte, estimula el músculo, lo contrae se prepara para la acción, desaparece el dolor. Es claro pues que hay muchos tipos de masajes, hay muchas indicaciones para ellos, y todo depende, como dicen los especialistas del ritmo, de la intensidad y del tiempo.
Por supuesto, estamos hablando de masajes terapéuticos o deportivos que no tienen relación alguna con los que se anuncian con tubos de neón llenos de colores y que podrían llamarse eróticos.
Sus efectos
Lo primero que nota quien se somete a un masaje es la activación de las terminaciones nerviosas de la piel. Suele darse con algún aceite concreto que permite un mejor deslizamiento de las manos sobre la superficie corporal. La piel se vuelve más elástica. Por otra parte se activa la circulación, especialmente la de retorno, la circulación venosa, cuando el masaje se aplica sobre las piernas y los pies. También se estimula la circulación linfática y puede por su insistencia actuar sobre depósitos de grasa concretos. No actúa sobre la celulitis, aunque haya mucha publicidad que así lo afirma. Lo que sí puede es incrementar el metabolismo al reactivar la circulación y sobre todo las contracciones musculares. Insistimos: un masaje concreto dado por manos expertas en determinados puntos, puede reducir algún depósito de grasa; pero eso no es acabar con la celulitis.
En definitiva, los beneficios de los masajes en el plano físico se pueden resumir en el aumento del metabolismo y en el estímulo de la circulación; en el plano psicológico es obvio que el masaje relaja, que disminuye la tensión y que proporciona una sensación de bienestar. Y en el plano puramente mecánico, podría traducirse como un ejercicio pasivo, como una activación muscular sin esfuerzo personal.
Indicaciones
Los masajes pueden ser útiles en muchos problemas músculo esqueléticos. No es que sea la única recomendación. Pero pueden aliviar los dolores de espalda, las escoliosis, los esguinces y luxaciones, las lesiones e incluso mejorar las varices. Por sus efectos psicológicos y demostrada su acción relajante, pueden ser útiles contra el insomnio, la ansiedad, el estrés, el nerviosismo e incluso la depresión.
No al masaje si…
Los especialistas dicen que si al iniciar un masaje aumenta el dolor en la zona, no se debe utilizar esa técnica. Tampoco se debe acudir al masaje en casos de tromboflebitis, ni si hay una inflamación aguda, infección de la piel, heridas abiertas, hemorragias o úlceras externas o quemaduras. Por supuesto, tampoco el masaje es útil contra problemas infecciosos o tumorales.
En ocasiones…
Dependiendo de cada caso, podría aplicarse algún masaje concreto en caso de embarazo, problemas reumáticos, o si hay hipertensión o taquicardia. No se puede generalizar y habría que analizarlo y medir con cautela.
Las medicinas alternativas que lo usan
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Shiatsu (Acupuntura manual). Se basa en la idea de que el cuerpo está recorrido por 12 meridianos que corresponden a distintos órganos. En esos meridianos se sitúan unos puntos teóricos en los que el especialista puede incidir para restablecer el equilibrio perdido causante de enfermedad. Pero así como la acupuntura utiliza agujas para influir en ese punto energético, el “shiatsuista” lo hace con los dedos, manos, codos, rodillas o pies. Una de las prácticas más utilizadas en esta técnica es el tacto del abdomen que se constituye en el universo del que surge la mayor parte de la información para el diagnóstico.
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Reflexoterapia. Se llama también reflexología, aunque su título correcto es el de reflexoterapia podal. Se basa en la idea de que todos los órganos del cuerpo tienen su reflejo (de ahí su nombre) en distintas zonas de los pies. Así, ejerciendo distintas presiones en determinados puntos, puede conseguirse no sólo un diagnóstico precoz de órganos afectados, sino también un tratamiento eficaz.
Quiropraxia
Los quiroprácticos dicen que no se puede caer en el error de creer que como se manipula la espina dorsal, es útil solo para los dolores de espalda. Destacan que la médula y el cerebro constituyen el sistema nervioso central y por tanto, cualquier problema que se pueda advertir a lo largo de la columna puede repercutir en cualquier parte del organismo. Por eso, examinan toda la columna en busca de alguna contractura, tensión o abultamiento. Puede ser útil en la resolución de problemas musculoesqueléticos, dolores de cuello, de hombro, de espalda.