
Martes 1 de junio de 2021
4 minutos

La mayoría de españoles solo bebe cuando tiene sed. Y ese es el primer error grave que los especialistas denuncian. Porque esa reclamación de líquidos que es la llamada de la sed, puede ser ya un signo de deshidratación. Para que nuestro organismo este en plenas facultades necesita un equilibrio de líquidos de acuerdo con nuestras necesidades, nuestra actividad física, estado fisiológico, sexo, edad... Y en este sentido niños y mayores son los que deben tener un mayor cuidado. Solo con que el cuerpo pierda un 1 por 100 de líquido aparece la sensación de sed. Si se pierde el 2 por 100 se reduce el rendimiento. En circunstancias normales necesitamos entre litro y medio y dos litros de líquido al día. Si lo perdemos por actividad física o exceso de calor esa cantidad se puede elevar hasta los 6 litros. En todo caso, la norma que debe seguirse es que todo líquido eliminado debe ser repuesto.
Y algo en lo que no suele repararse: la bebida para hidratarse no debe contener nada de alcohol. Porque el alcohol inhibe la hormona antidiurética, de manera que acelerará la pérdida de agua por la mayor producción de orina.
Atención a los mayores
Como se puso de manifiesto en un congreso celebrado en Madrid, “el 10 por 100 de las consultas médicas de urgencia en personas mayores se relaciona con problemas de deshidratación”. De ahí que haya que “vigilar y estimular la ingesta de líquidos” de los mayores.
Una de las recomendaciones de los especialistas es que debemos de mantener nuestro nivel de hidratación a lo largo de la jornada, sin esperar a tener sed, porque ese equilibrio es esencial para el mantenimiento de nuestras funciones físicas y cognitivas.
El estado de hidratación puede afectar al rendimiento cognitivo, como señalan los especialistas: “Una pequeña deshidratación del 2 por 100 puede repercutir negativamente en la capacidad de atención y en el rendimiento laboral, aumentado el riesgo de accidentes”. La deshidratación disminuye la atención, la memoria inmediata o a corto plazo y las sensaciones de alerta, fatiga, esfuerzo para rendir. Por eso, dicen los expertos, es importante beber líquidos y aportar agua de los alimentos periódicamente en breves descansos repartidos a lo largo de la jornada laboral.
El decálogo
El Observatorio de Hidratación y Salud ha elaborado un decálogo que resumimos:
- Estar bien hidratado es siempre esencial para la salud, se realice o no actividad física y en cualquier época del año.
- El balance hídrico de nuestro organismo debe ser equilibrado: la cantidad de líquido aportada tiene que ser la misma que la pérdida y eliminada.
- Si se realizan actividades y esfuerzo físicos notables conviene aumentar estas cantidades, o si se vive en zonas húmedas con clima cálido.
- Es preciso beber al menos 2,5 litros de líquido al día. Diariamente perdemos entre 2 y 3 litros de líquido a través del sudor, la orina, la respiración y la transpiración de la piel.
- Evitar las pérdidas excesivas de líquidos y no pasar largos periodos de tiempo sin ingerir bebidas. En épocas de calor no exponerse al sol innecesariamente ni realizar ejercicio físico en las horas centrales del día.
- Los niños son muy vulnerables a la deshidratación: hay que asegurar que beban en abundancia agua y otras bebidas.
- Las personas mayores, al presentar una menor sensación de sed, y las personas dependientes, también son especialmente sensibles. Hay que controlar que ingieren líquidos regularmente.
- Las personas que pertenezcan a un grupo de población con un estado fisiológico particular: niños, mujeres embarazadas y personas mayores; o que realicen actividad física, deben ingerir líquidos, preferentemente en forma de agua, de manera frecuente y recordar no consumir bebidas alcohólicas para mantener una correcta hidratación.
- Incluir el mayor número de bebidas posible ayuda a que la ingesta total de líquidos sea la adecuada. Para las personas sanas y dependiendo de la edad y de la actividad física, además de agua, consumir infusiones, refrescos, zumos, lácteos, caldos, etc. puede ayudarles a beber la cantidad de líquidos que necesitan. El sabor de las bebidas también estimula un mayor consumo de líquidos.
- Preguntar a los especialistas de la salud, la dietética y la nutrición sobre cómo hidratarse correctamente, especialmente en el caso de niños pequeños, mujeres embarazadas, personas mayores y personas enfermas.