Siempre que hablamos de diabetes, solemos referirnos a esa enfermedad ligada a la ineficiencia de la insulina, bien por causas hereditarias, bien por la obesidad. Es la diabetes mellitus ligada al exceso de azúcar en sangre .
Sin embargo, hay otra diabetes, la llamada diabetes insípida, que no tiene relación alguna con el azúcar (Recordemos que en la antigüedad, los médicos probaban la orina del enfermo para ver si tenía sabor dulce. Quizá de ahí viene calificar a esta diabetes como insípida).
Se trata de una enfermedad hormonal, y por fortuna no muy frecuente. Y no tiene más relación con la diabetes que necesita insulina, que uno de los síntomas más característicos es la poliuria, o necesidad muy frecuente de orinar.
En esta diabetes ,la necesidad de orinar se debe a que la hormona antidiurética –se llama vasopresina- no actúa de manera eficaz o porque no se produce suficiente cantidad, o por que no llega al punto de actuación. Similar en consecuencias es cuando se produce por un fallo en el mecanismo de la sed, de manera que surge una necesidad casi constante de beber, y por tanto, una necesidad igualmente frecuente de orinar. Y también puede aparecer de manera temporal durante el embarazo.
Como es fácil deducir, aunque la enfermedad tiene tratamiento, según sea su origen, la realidad es que el enfermo padece una sed casi constante ; bebe grandes cantidades y como consecuencia tiene necesidad permanente de orinar. El problema grave es que como la hormona que controla la orina o no está o no actúa, tiene que orinar a todas horas, con dificultad para el descanso nocturno y con el riesgo permanente de deshidratación. Un dato que facilita el diagnóstico es que por la abundancia de líquido ingerido, y por la poca retención en la vejiga, la orina esta muy poco concentrada.
En manos del médico y tras el diagnóstico, tiene tratamiento efectivo. Lo primero que hará será buscar la causa primera de la baja acción de la hormona e intentará resolverla. En cualquier caso, ya se puede administrar la vasopresina en inhalación o en pastillas de manera que el enfermo pueda tener controlada perfectamente la orina y consecuentemente sus ansias de beber.
Por que se puede producir
No cabe duda de que si se trata de la diabetes insípida central, la que afecta a la producción de la hormona por el hipotálamo, habrá que buscar las causas en el propio cerebro. Y en efecto, hay tumores cerebrales que la desencadenan. Y también puede aparecer tras una cirugía en esa zona.
En ocasiones surge porque aunque el hipotálamo produzca la hormona de manera correcta, es el riñón el que presenta una resistencia especial a la acción de la vasopresina, de manera que su acción resulta inútil (es la diabetes insípida renal).
Puede surgir en cualquier momento de la vida.
Lo que debe hacer es ponerse en manos del médico que tratará de encontrar la causa. Si es por escasez de hormona, la prescribirá en forma de aerosol o de pastillas. Si el problema está en que el riñón no reacciona ante la hormona, tratará de buscar la razón, ya que en ocasiones puede estar originada por el consumo de algunos fármacos (como el litio).
También debe saberse que hay una diabetes de este tipo que es hereditaria.
Por lo general, con el tratamiento, el problema se resuelve, aunque se debe controlar tanto el consumo de líquidos como la cantidad de orina producida.
Un recuerdo de la diabetes clásica
No esta de más recordar la diabetes más generalizada. La diabetes “mellitus” se caracteriza por el déficit o el mal funcionamiento de la insulina por parte del organismo. Si el páncreas no produce suficiente insulina, o la que produce no actúa bien, la glucosa NO puede entrar en las células y se acumula en la sangre. Y de ahí, si el déficit es grande, se derivan los síntomas más llamativos de la diabetes: Aunque coma, como la energía no llega a las células, siempre tiene hambre. Come mucho: es la polifagia. Como el azúcar se acumula en la sangre se elimina por la orina, y por eso debe beber mucho: es la polidipsia. En consecuencia, orina mucho: es la poliuria. Otro síntoma común es el prurito o picor (Son las P de la diabetes).
De esta diabetes hay 2 tipos: La 1, conocida como diabetes infantil o juvenil. Aparece sobre todo en niños, jóvenes y en general siempre antes de los 30 años. El comienzo es brusco y los síntomas muy llamativos. Es imprescindible el aporte de insulina para sobrevivir. La del tipo 2 aparece en personas mayores de 40 años. El comienzo es lento y gradual y puede pasar desapercibida. Es el tipo más frecuente de diabetes, y no es porque no se produzca insulina, sino que las células se resisten a su acción. Suele desencadenarla la obesidad.
El 40 % de diabéticos tiene antecedentes familiares; pero se acepta que prácticamente todos tenemos algún gen diabético latente, que necesitaría de algún otro gen o alguna causa exterior para desencadenar la enfermedad. Y una de esas causas es la obesidad.