No damos al agua la importancia que tiene. Y no somos conscientes de que ir perdiendo agua es…envejecer. Solo un par de datos: antes de nacer, un feto tiene un 90 por ciento de agua. Cuando nace, el ochenta por ciento de su cuerpo, es agua. En los adultos, el agua llega al setenta. En la vejez, un poco menos. Vivir es desde este punto de vista, deshidratarse.
No olvidemos que gracias al agua dentro del organismo se realizan todos los procesos bioquímicos que permiten eso que llamamos vivir.
Por definición, debe ser inodora, incolora e insípida y no debe llevar, para que sea potable, elementos que puedan dañar el organismo. Es, como todo el mundo sabe, el resultado de la unión de dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno. Es el mejor disolvente que existe en la naturaleza y según la presión o la temperatura puede aparecer en estado gaseoso, líquido o sólido.
En el organismo humano, se instala en dos espacios: dentro de las células, formando parte de los líquidos vitales; o fuera de ellas, circulando por el cuerpo para disolver los alimentos y los deshechos orgánicos.
El progreso de la salud del mundo estuvo siempre vinculado a la disponibilidad de agua. Por que ha sido la que marcó la salud pública, a través del vehículo de la higiene.
Además, es uno de los componentes básicos de la sangre, de la linfa y de todas las secreciones corporales. Por si fuera poco, la temperatura del cuerpo se mantiene gracias a la regulación que proporciona el agua.
Está presente en todos los procesos vitales: la digestión, el aprovechamiento de lo que comemos, el metabolismo, y la excreción. Se calcula que los líquidos necesarios para la digestión del día suman unos ocho litros, ya que el intestino absorbe una gran cantidad de agua. También es la que elimina la basura de la sangre gracias a la orina.
Por eso, su necesidad es constante. Piensen un dato: sin comer se puede estar hasta dos meses y ha habido casos en la historia. El cuerpo tiene reservas grasas, para auto ingerirse. Pero sin agua, sin ingerir nada de agua, la muerte sobreviene en una semana. Se muere diez veces antes de sed que de hambre.
Necesidades
El ser humano necesita diariamente alrededor de tres litros de agua. Se calcula que entre 2.300 y 3.200, dependiendo siempre de la cantidad de agua que se elimina.
En un clima templado sin fiebre ni sudoración visible, un individuo pierde por la piel alrededor de medio litro; por la respiración, alrededor de 400 mililitros; por las heces se eliminan cien mililitros; y por la orina, aproximadamente litro y medio. Total: 2,500 litros.
Y esa cantidad es la que obtenemos o bien de forma directa gracias a la que bebemos directamente, o bien con la ingestión de alimentos ricos en ella como las frutas y verduras. El noventa por ciento de la leche, las frutas o las verduras es, simplemente, agua.
No engorda
Un error muy común es creer que el agua engorda. No solo no engorda, sino que además, limitarla supone un peligro. Bien es verdad que hay dietas para adelgazar que hablan de suprimirla o racionarla. Es un error hacerlo. Lo que ocurre es que al principio de iniciar un régimen, el hecho de beber menos agua hace que la pérdida de peso sea más rápida. Pero es de manera ficticia porque en cuanto se bebe se recupera el peso. Se adelgaza perdiendo grasa, no limitando el agua. Piense que cuando se reduce su ingestión se disminuye la producción de sudor, con lo que la elevación de la temperatura es mayor, sobre todo si se hace ejercicio. Y si no hay agua se pierde más masa muscular que grasa.
Deben beber más
- Los niños pequeños, porque tienen mayores pérdidas.
- Después de un esfuerzo físico, porque la sudoración fuerza la pérdida de líquido.
- Después de vómitos o diarreas, ya que aumenta el peligro de deshidratación.
- En países calurosos, ya que la transpiración es mayor.
- Si está a régimen para adelgazar con una dieta de pocas calorías.
- Y si tiene cálculos renales, ya que el agua estimula la función del riñón y la salida de piedras.
- Y sobre todo los mayores , porque se pierde la sensación de sed
Somos agua
El organismo humano está constituido en un 70 por 100 de agua. El cuerpo de un hombre de 65 kilogramos de peso contiene alrededor de 42 kilogramos de agua, 10 de proteínas, 8,35 de grasas, 0,20 de hidratos y 3,25 de minerales. Los minerales están en el esqueleto en un 83 por 100 y en pequeñas cantidades en los tejidos, sangre y linfa, y juegan un papel muy activo desde el punto de vista vital. Como las vitaminas. Perdemos diariamente alrededor de 2,5 litros de agua que debe ser reemplazada. Y por las diferentes secreciones, perdemos 10 gramos de sales minerales.