Un grupo de adolescentes se apoya en un banco del parque. No hablan. Cada uno tiene su móvil. Teclean... De vez en cuando hay alguna exclamación y uno o una le enseña a otro-otra, el resultado de su búsqueda o la foto que acaba de recibir… O van por la calle más atentos a la pantalla que a otra cosa, incluso cuando cruzan sin semáforos…
Y según datos contrastados, casi el 10 por 100 de los jóvenes está en riesgo de ser adicto a las nuevas tecnologías.
La Asociación Española de Psiquiatría Privada decía en un comunicado que “uno de los problemas asociados a esta adicción es que, a diferencia de lo que sucede con otros hábitos de abuso como del alcohol o de las drogas, no se le está dando la debida importancia. La sociedad todavía no es consciente del grave riesgo que esto supone y no se le presta demasiada atención, quizá porque no produce un deterioro físico”.
Los efectos negativos
Que las nuevas tecnologías ofrecen ventajas inmensas no tiene duda. Pero de que su abuso puede tener riesgos, tampoco. “Según los datos de que disponemos, -señala el comunicado- un porcentaje muy elevado de los niños entre 11 y 14 años cumple criterios de uso excesivo de estos dispositivos, así como de dependencia y juego patológico, lo que a su vez implica alteraciones en su comunicación y en la capacidad de concentración”. Y señala que los juegos que crean más adicción son los que implican dedicación continua, con varios participantes conectados on line y que permiten la adquisición de un rango o status”.
Riesgos
“Corremos el riesgo de que jóvenes que no han sabido madurar y adaptarse a las situaciones que se han ido produciendo en su vida debido a su aislamiento, tampoco lo hagan cuando lleguen a la edad adulta y, por tanto, no sean capaces de asumir responsabilidades. Estos niños no son conscientes de su adicción porque los juegos les hacen sentirse bien, ven cómo se van superando y logrando mejores resultados y no tienen sensación fracaso”-añade
El riesgo de adicción se relaciona directamente con el número de horas que se dedican cada día a su uso, pero también influye la forma en cómo afecta ese hábito a la conducta de cada persona, ya que varía el grado de dependencia que se establece.
Seguridad
Otro problema que cada vez cobra más importancia es la seguridad que se puede tener precisamente por las relaciones que se establecen a través de las redes sociales. Juan Romero, fundador de “Adicciones digitales” y uno de los especialistas que más lucha por su prevención, señala que lo más importante es evitar situaciones que puedan poner en riesgo la seguridad de nuestros hijos y la de toda la familia. Porque hay una gran brecha que separa a los hijos de los padres en esta materia. Se evidencia que muchas veces los padres no saben casi ni encender el ordenador, mientras sus hijos son avezados usuarios de toda la tecnología. Y más ahora, en que con los nuevos móviles, los adolescentes pueden conectarse en cualquier momento y lugar, sin la necesaria supervisión de los padres”.
Que hacer
Lo primero, sin duda, ser conscientes de que existe un riesgo, y de que empieza a notarse el abuso que se hace de los móviles. Miquel Angel Prats, experto en estos problemas ha distribuido en distintos centros escolares y en muchas asociaciones de padres, el siguiente decálogo:
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Creen espacios de diálogo y crítica sobre el uso y el consumo tecnológico.
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Establezcan un clima de confianza para que sus hijos sepan que siempre pueden contar con ustedes.
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Interésese por lo que consumen en el móvil o el portátil.
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Jueguen y naveguen con ellos.
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Pacten horarios y usos y sean coherentes.
- En la medida de lo posible, coloquen los aparatos tecnológicos en espacios comunes.
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Intenten combinar otras actividades de ocio con las puramente dedicadas al ocio tecnológico.
- Expliquen que internet tiene su propio código, y que la gente puede crear una nueva identidad y ocultar la real.
- Antes de publicar datos personales en internet hay que pensárselo dos veces, sobre todo cuando no conocemos al interlocutor de forma personal.
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Instale un cortafuegos y un buen antivirus en el ordenador para navegar de forma segura.