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Opinión
La tentación de la operación bikini
Ramón Sánchez-OcañaViernes 4 de junio de 2021
3 minutos
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Viernes 4 de junio de 2021
3 minutos
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Olvídese de las dietas milagro. Sabrá por experiencia que aunque le digan que se puede adelgazar sin esfuerzo, perder kilos siempre exige voluntad. Le brindamos unos consejos útiles:
- Debe partir de una realidad que pocos reconocen: la obesidad es una enfermedad crónica y por tanto no se cura; pero tiene tratamiento que debe plantearse a largo plazo. No valen atajos. Hágase el propósito de hacer cuatro o cinco comidas ligeras al día. El gasto de la digestión también cuenta.
- Su enemigo son las grasas. Un gramo de grasa aporta 9 calorías; es decir, más del doble de las que aporta un gramo de todo eso que cree que engorda tanto: azúcar, pan, garbanzos o lentejas. Sólo con reducir un 10 por 100 las calorías de las grasas, comiendo las mismas calorías y sin ponerse a régimen, ya adelgaza. Fácilmente sin hacer nada más, puede perder dos kilos al mes. (Recuerde que la carne tiene aproximadamente un 20 por 100 de grasa que no se ve. Y el pescado –excepto el azul en temporada- solo de un 3 a un 9. A igualdad de peso, el pescado tiene menos grasa, y más agua ).
- No todas las calorías son iguales, no se comportan de la misma manera: las que provienen de los carbohidratos engordan menos, porque nosotros gastamos el 20 por 100 de las que nos proporcionan en digerirlos.
- Su mejor amigo a partir de este momento es el horno, el vapor y el microondas. Hay cientos de recetas sin grasa, sabrosísimas. Y recuerde que puede aliñar con salsas como la soja, por ejemplo. Y tenga a mano papel de aluminio. Envuelto en ese papel y al horno, casi todo resulta bien. Y sin grasa. (Piense siempre que pueda en setas y en champiñones. Pueden ser deliciosos, son muy poco calóricos, tienen mucha agua y componen platos sabrosísimos. No engordan).
- Debe incluir en su dieta aproximadamente dos raciones de proteína animal diarias (cada ración son unos 100 gramos). Pescado al vapor o al microondas, con un ligero refrito de ajo por encima, con muy poco aceite, resulta un plato exquisito y poco calórico. No caiga en el error de creer que la única proteína válida es la de la carne .El pescado y el huevo tienen proteínas de la misma calidad. Y se pueden sustituir de vez en cuando por las de las legumbres si se complementan con algún cereal.
- Para que una dieta sea efectiva no debe ser aburrida. Así que propóngase variedad con la menor grasa posible y teniendo en cuenta las verduras. El éxito depende de tres pilares: una menor ingestión de calorías; un mayor gasto a base de aumentar el ejercicio; y un convencimiento psicológico que nos estimule para mantener la fuerza de voluntad. Busque su ejercicio físico adecuado. No utilice el ascensor para subir a casa. Dedique todos los días media hora por lo menos a andar a paso rápido.
- Cuando se habla de reducir la ingestión de algunos alimentos, casi siempre se prescinde de legumbres y de cereales. No tiene por qué ser así. Lo ideal sería reducir la ingestión de grasas. Y de lo demás, comer de todo, pero como decía Grande Covián, en plato de postre. Dieta variada, pero reducida. Un buen truco es beber mucha más agua. Y desde luego, masticar despacio y mucho. Estimula los centros de saciedad. Y recuerde que las necesidades de vitaminas y minerales no disminuyen, así que busque variedad en frutas y verduras.
- No hay problema a la hora de comer la fruta. Pero un buen sistema es reservarla para los momentos de cierta debilidad. (Media mañana, media tarde...). Una manzana en esas circunstancias quita el apetito y aporta pocas calorías.
No haga caso...
Debe sospechar de todo aquello que proponga un adelgazamiento rápido (se produce por pérdida de agua y es una bajada de peso ficticia que se recupera al beber). Y también de avisos alarmantes sobre determinados alimentos, o listas de alimentos “buenos” o “malos”. Hay que valorar el conjunto de la dieta.