
Miércoles 4 de septiembre de 2019
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Sí, es verdad que quien bebe alcohol de manera continuada acaba con una tripa nada despreciable. Y puede haber varias razones. Según un estudio realizado hace tiempo por el Servicio de Información y Plataformas Científicas se debe a que el consumo de alcohol a lo largo de la vida produce adiposidad abdominal con aumento del perímetro de la cintura. Y llegó a tal conclusión tras analizar una muestra de 258.177 individuos de entre 25 y 70 años, procedentes varios pises europeos, incluida España.
Y otra evidencia: la cerveza produce más tripa que el vino. Hasta el punto de que según este trabajo, los hombres que consumen más de tres vasos de cerveza incrementan (50%) sus posibilidades de tener obesidad abdominal. Con respecto al vino, las mujeres que toman tres o más vasos tienen más posibilidades (60%) de padecer sobrepeso abdominal que las que no llegan a beber medio vaso. Mientras que, en hombres, este riesgo se sitúa en el 28 por ciento. Así que lo de la “tripa cervecera” tiene su razón de ser.