Repetir errores: sí, se puede evitar

Volver a incidir sobre el valor de las instituciones integradas por mayores, que en todas las sociedades pretéritas con reconocida mayoría de edad histórica crearon, es casi innecesario, debido al poco caso que hacen los últimos que gobiernan.

El Senado Romano, el Consejo de Ancianos en Grecia, de Francia, de los indígenas, de los Pieles Rojas, la gerontocracia de la URSS, Japón, China, la Cámara de los ancianos… y mil más sin olvidarnos del “Consello Consultivo de Galicia”. Sí en Galicia también tenemos.

Una vez le pregunté a Gerardo Fernández Albor, unos años después de haber dejado se ser presidente de Galicia, sobre cuál era la función de tal organismo (constituído por antiguos presidentes autonómicos), a lo que me contestó que era donde los órganos de gobierno del momento hacían sus consultas sobre leyes o decisiones trascendentales con el fin de recabar una decisión de calidad basada en la experiencia y la enseñanza de la historia. Y a continuación sentenció: "pero, nunca nos consultan"

Una vez más se repite el problema de base, se repiten los errores y se retrocede en la historia. Ylo que es peor, nos recargamos de negatividad, nos vence el odio y saca lo peor de todo.

Es necesario olvidarse de una vez por todas al hecho de recurrir a expresiones 'enlatadas' como “nueva normalidad” o “hojas de ruta” y centrarse en admitir que comenzamos un nuevo juego y una nueva aventura en un nuevo escenario en el que vamos a crear nuevas normas y nuevas metas.

Todo ello es posible si se cuenta con la experiencia y el consejo del MAYOR, que nunca impone, sólo recuerda lo que no se debe hacer en base a la experiencia y la razón del ser.