Según el último informe sobre Accesibilidad publicado por el Barómetro de Mayores UDP, el 25,5% de las Personas Mayores tienen problemas de accesibilidad al transitar por los espacios públicos, acceder a su vivienda o dentro de su vivienda.
Este último informe publicado en mayo, posible gracias a las personas que marcan la X Solidaria en su declaración de la renta, a través del 0,7% del IRPF, recoge la evolución de una serie de indicadores relacionados con los problemas de accesibilidad física, las barreras existentes en las ciudades y en las propias casas de las personas mayores, dificultando o impidiendo su acceso o desplazamiento.
Pensemos en las calles de nuestros pueblos, barrios o ciudades. ¿Cuántas veces os habéis encontrado dificultades o barreras que os impidieran caminar de forma cómoda y segura?
Cada vez son más los movimientos de los propios vecinos y vecinas quienes denuncian estos problemas de accesibilidad en sus comunidades, y ello a pesar de que el 4 de diciembre de 2017 expiró la moratoria para el cumplimiento de lo dispuesto en Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprobó el Texto Refundido de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social
Nuestros compañeros y compañeras del Voluntariado UDP en Lugo están colaborando junto con Auxilia en una campaña de concienciación para reflejar los problemas a los que se tienen que enfrentar personas en situaciones de dependencia, con problemas de movilidad o que tienen algún tipo de discapacidad.
Demostrando de esa manera, que no pueden utilizar ni acceder a espacios urbanos y públicos, ante las barreras arquitectónicas con las que se encuentran.
Ahora pensemos en los transportes públicos, según el estudio integral sobre la accesibilidad a los medios de transporte públicos en España, realizado por el Centro Español de Documentación sobre Discapacidad (CEDD), la falta de adaptaciones en los autobuses interurbanos, que suelen presentar escalones en el acceso, con una pendiente importante, la señalización confusa en mucho intercambiadores o el uso de las máquinas expendedoras de billetes, genera dificultades a las personas mayores.
Y no solo eso, todavía en 2019, son muchas las personas que tienen problemas de accesibilidad en edificios públicos como hospitales, oficinas o centros de salud.
Aún con todo, son muchas personas que ven la accesibilidad como algo lejano. Esto no es un problema de “unos pocos” o solo de “los viejos”. Al contrario, toda la sociedad debe y tiene que hacerla propia, reivindicarla como algo propio de una sociedad moderna, diversa y para todas las edades.
Sin duda, la accesibilidad una de las claves que provocan el despoblamiento. Muchas personas, sobre todo mayores, se ven obligadas a salir de sus pueblos y comunidades, sobre todo en municipios de nuestro país en los que la geografía es compleja.
En responsabilidad con nuestro compromiso en la mejora de la calidad de vida de las personas – sobre todo de las personas de mayor edad – con esta premisa, junto a la Asociación de Amigos de Pescueza y su Ayuntamiento, desde UDP colaboramos en el desarrollo del programa “Quédate con nosotros”.
Subvencionado por la Junta de Extremadura, ha convertido al pueblo cacereño de Pescueza en uno de los pueblos más accesible para sus habitantes de toda España: Pasamanos en las calles del municipio que más dificultades de accesibilidad presentaban, un coche eléctrico para transportar a sus vecinos hasta el centro de día o cámaras en las casas y alarmas para avisar de si alguna persona sufre un accidente, son algunas de las iniciativas que se han llevado a cabo.
“Hemos conseguido que las personas mayores permanezcan un mayor tiempo en su pueblo, al resolver uno de sus principales problemas, como era el de transitar y recorrer las calles de su municipio”. En 2018 fue galardonado por la Oficina Técnica de Accesibilidad Universal de Extremadura (OTAEX), quienes valoraron esta iniciativa como “una residencia de mayores al aire libre”.
Asimismo, el informe también plasma como las mujeres, las personas que viven solas y aquellas con una capacidad de gasto insuficiente, son las que afirman tener más problemas con la accesibilidad. De forma opuesta, ser hombre, vivir acompañado y tener alta capacidad de gasto, te asegura no tener problemas de accesibilidad.
Pero, ¿Qué ocurre cuando tu casa, tu hogar se convierte en una cárcel? La falta de accesibilidad obliga a las personas mayores con discapacidad o movilidad reducida a permanecer encerradas en su propia casa en contra de su voluntad.
Algo que desde la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, COCEMFE se está denunciando a través de campañas como “Mi casa no es mi cárcel” o “#Arrestópolis” donde se busca la colaboración de todos los actores implicados para encontrar en cada caso la mejor solución de accesibilidad.
Nuestro informe concluye que casi seis de cada diez Personas Mayores que tienen problemas de acceso a su vivienda piensan que son necesarias obras en el propio edificio para adaptarlo a sus necesidades derivadas de la edad.
Problemas de accesibilidad que, en definitiva, se convierten inevitablemente en consecuencias negativas recurrentes en la vida diaria de las personas mayores, afectando no solo en su salud y economía, si no convirtiéndolas en vulnerables ante situaciones de soledad no deseada, abocándolas al aislamiento social.
Pero, ¿sabemos las personas mayores qué tipo de ayudas podemos solicitar? La respuesta es no. Y teniendo en cuenta los graves problemas en los que desembocan, son más preocupantes aún. Según nuestro informe del Barómetro de Mayores UDP, seis de cada diez personas no conocen la existencia de las ayudas que pueden solicitar para la adecuación de sus viviendas según sus necesidades físicas.
En este sentido, la accesibilidad debe ser uno de los pilares de una comunidad amigable con el envejecimiento, en la que las políticas, los servicios y las estructuras relacionadas con el entorno físico y social de la ciudad se diseñan y reorganizan para apoyar y permitir a las personas mayores vivir dignamente, disfrutar de una buena salud y continuar participando en la sociedad de manera plena y activa.
Desde las asociaciones de mayores, debemos pedir que nuestros municipios se adhieran a la Red de la Organización Mundial de la Salud OMS, Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, gestionada en nuestro país por el IMSERSO, si todavía no forman parte de ella, para participar de manera activa en el diseño de nuestras ciudades, en todo aquello que afecte a nuestra calidad de vida y desarrollo, como un derecho que además de fortalecer a la sociedad civil, nos empodera a todas.
Paca Tricio
Presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) y del Comité Asesor de 65Ymás