

La sociedad aún no se toma en serio prevenir la enfermedad cardiovascular
Dr. José Luis ZamoranoMartes 18 de marzo de 2025
4 minutos

Martes 18 de marzo de 2025
4 minutos
Todos sabemos que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en el mundo occidental. No es raro que conozcamos a algún familiar o amigo que ha sufrido un infarto o un ictus. De hecho, estamos orgullosos de que la Medicina nos permite tratar de forma eficaz las enfermedades cardiovascular. Sin embargo, no hay duda que ese es un objetivo demasiado pobre. ¿Pero realmente nos tomamos en serio la prevención de la enfermedad?. No es mas lógico en esta Sociedad del bienestar prevenir que suframos una enfermedad cardiovascular y si lo es, porque no lo hacemos.
Efecto combinado
El riesgo cardiovascular es la probabilidad de desarrollar un evento cardiovascular durante un período de tiempo definido. El riesgo total de enfermedad cardiovascular expresa el efecto combinado de diferentes factores de riesgo en esta estimación. Todas las guías clínicas actuales de prevención de enfermedad cardiovascular en la práctica clínica recomiendan lla evaluación del riesgo total de enfermedad. La prevención en un paciente concreto debe realizarse en función de su riesgo cardiovascular total: cuanto mayor sea el riesgo, más intensa debería ser la actuación preventiva.
Es relativamente sencillo conocer cuál es el riesgo cardiovascular de cada uno de nosotros. Basta usar tablas de riesgo como la tabla Score (usada en Europa) y obtendremos cual es el riesgo cardiovascular de tener un evento cardiovascular fatal en diez años. Conociendo nuestros factores de riesgo tales como fumar, cifras de colesterol, tensión arterial, la presencia de diabetes es fácil conocer nuestro riesgo.
En determinados pacientes
Hay que reseñar que los pacientes con enfermedad cardiovascular aterosclerótica
documentada, la mayoría de los diabéticos tipo 1 o tipo 2, los pacientes con enfermedad renal crónica generalmente tienen basalmente un riesgo cardiovascular alto o muy alto, y para dicha estimación no son necesarios modelos predictivos. Estos pacientes se benefician de un manejo intensivo de sus factores de riesgo.

Hay otros factores también relevantes pero no es el objetivo de esta tribuna entrar en aspectos más de especialista. Por ello si no conocemos nuestro riesgo cardiovascular, hagámoslo.
Así se conoce el riesgo cardiovascular
Es sencillo y con valores que seguro conocemos o son fáciles obtener. Esta primera medida es sencilla y es el primer paso. Y ahora, una vez conocido, pongamos nos manos a la obra y controlemos nuestras cifras de colesterol LDL, de nuestra tensión arterial, controlemos nuestro peso, evitemos fumar de forma radical y cuidemos nuestra alimentación.
Hagamos ejercicio o si no nos satisface por lo menos caminemos 45 minutos diariamente. Deberíamos enseñar a nuestros menores lo que significa unos hábitos de vida saludables e incluso plantearnos en la educación primaria enseñar estos hábitos a la población.
Los médicos tenemos el privilegio de ayudar al enfermo, pero sin duda no hay mejor inversión de forma individual que cuidar nuestro organismo y prevenir la enfermedad. Es una inversión a largo plazo que nos permitirá envejecer con éxito y disfrutar de nuestra propia salud.