Solo llegaré más rápido, pero juntos llegaremos más lejos (1/11)
Jesús CuberoMiércoles 22 de julio de 2020
ACTUALIZADO : Lunes 3 de agosto de 2020 a las 10:34 H
4 minutos
Miércoles 22 de julio de 2020
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Decía Napoleón que “la diplomacia es la política en traje de etiqueta”. Debo reconocer que me gusta la política y me gusta la moda, ergo... admiro la diplomacia, soy un firme convencido de la negociación diplomática que permite aparcar problemas y diferencias menores para alcanzar objetivos de más altas miras.
Y viene a colación esta reflexión al hilo de la reunión de trabajo que mantuvimos este lunes día 20 de julio con el Secretario de Estado de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ignacio Álvarez. Me explico... fruto del conocimiento atesorado en los trabajadores y empresas del sector de atención a los mayores, no podíamos permitir que el grupo de trabajo que va a definir el futuro del sector, no contara con la participación de los expertos. Y por ello, patronales y sindicatos nos pusimos a trabajar de forma conjunta, apartando nuestras legítimas diferencias, en pos de definir un sector que permita trabajar con calidad a las empresas y dignificar el trabajo de las miles de gerocultoras que se ocupan diariamente de los mayores en los centros residenciales.
Trasladamos nuestra reflexión al Secretario de Estado, y rápidamente nos recibió para confirmarnos que comparte nuestra visión de un sistema de cuidados que se base en los siguientes diez puntos: - Calidad - Transparencia - Sistema de información centralizados - Acreditación por niveles - Profesionalidad - Financiación suficiente - Desarrollo del ámbito sociosanitario - Adaptación del sistema a las necesidades de los mayores - Promoción de la autonomía personal - Reto demográfico
Es mi intención desarrollar a lo largo de este verano en diferentes artículos cada uno de estos puntos, generando el debate necesario, y poniendo sobre la mesa lo que ya hemos definido como marco de actuación básico (un “frame” que dirían los angloparlantes). Es decir, argumentando cada punto para que no quede duda alguna de la orientación que debemos dar a nuestro sistema de cuidados. Estas diez piedras angulares deben formar parte de un sistema básico de atención que sea difícilmente cuestionable, de tal forma que si alguien no quiere apostar por la calidad, por la transparencia, por la información... no tenga lugar en el ecosistema de la atención a los mayores de nuestro país.
Hoy en día vivimos en el segundo país más longevo del mundo, y ello ha sido posible gracias al excelente clima que tenemos en España, a nuestra dieta mediterránea, a nuestro sistema de cuidados y sobre todo al excelente sistema sanitario de que disfrutamos. Un sistema puesto en marcha gracias al esfuerzo y sacrificios de una generación que ahora requiere su uso y disfrute. Y está en nuestra obligación garantizar que tengan un acceso adecuado al mismo, y que dicho sistema siga siendo gratuito, universal y de una calidad incuestionable (lo de que sea “público”... verán ustedes que me lo voy a ahorrar porque considero que el dinero público no existe. Es más, lo de “gratuito” creo que también podría sustituirse por “y sin coste adicional para los usuarios del sistema”, porque las personas que utilizan el Sistema Nacional de Salud ya han pagado por adelantado vía impuestos la puesta en marcha y funcionamiento del mismo).
Emplazo a los lectores, por tanto, a entablar un debate veraniego en torno a estos diez principios (que a mi parecer son incuestionables) y que deben guiar el análisis y toma de decisiones del Gobierno de España a la hora de definir la cartera de servicios y la financiación de la misma en lo que a los cuidados de los mayores se refiere. Sólo mediante el análisis reflexivo y el debate ordenado se pueden madurar las ideas hasta extraer todo el jugo de las mismas.
Queda fuera de toda duda que nuestro deber es configurar un sistema de cuidados que garantice la atención adecuada a los mayores, un empleo de calidad a todas las trabajadoras del sector, y que esto se lleve a cabo mediante un sistema de financiación suficiente y compensado entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Así lo hemos entendido los sindicatos, las patronales del sector y el Gobierno. Ahora tan sólo nos queda ir avanzando junto al lector en cada uno de esos diez puntos y demostrar que esta pandemia nos ha enseñado que debemos apartar nuestras diferencias para centrarnos en lo verdaderamente importante.
Decía Winston Churchill que “mejorar es cambiar, así que ser perfecto significa cambiar a menudo”. Cambiemos nuestros posicionamientos hasta alcanzar la perfección y comencemos este debate estival que acabará en el mes de agosto con el diseño de un modelo de financiación del sistema de cuidados a los mayores, que resulte adecuado, suficiente y equitativo. ¡¡Parlem!!
Jesús Cubero (@JCuberoHerr), Secretario General de AESTE (@AESTE_oficial).