De la transformación digital a la transformación artificial en el cuidado de mayores

La transformación digital ha sido una tendencia en todos los sectores económicos y sociales durante la última década. Sin embargo, en el sector del cuidado a personas mayores, este proceso ha experimentado una evolución desigual, marcada por la adopción de dispositivos tecnológicos sin una estrategia clara detrás. Cada vez es más común que residencias, centros de día y otras organizaciones dedicadas al cuidado de personas mayores adquieran tecnología sin tener claridad sobre su propósito real o sin una visión de conjunto sobre cómo puede integrarse efectivamente en sus servicios. Este fenómeno, aunque bienintencionado, puede llevar a desperdiciar recursos, generar frustración y, lo que es más grave, no lograr los objetivos fundamentales de mejorar la calidad de vida de las personas mayores.

En este contexto, se vuelve imperiosa la necesidad de un cambio en la forma en que las organizaciones de este sector abordan la transformación digital. No se trata simplemente de incorporar tecnología, sino de hacerlo de manera consciente, estratégica y alineada con las necesidades tanto de la organización como de las personas usuarias. Y, además, el salto hacia la integración de la inteligencia artificial (IA) dentro de este proceso transforma aún más el panorama, añadiendo una capa de complejidad que requiere expertos con habilidades únicas: consultores capaces de guiar a las organizaciones no solo en el uso de tecnologías emergentes, sino también en la construcción de una visión coherente que impulse un cambio real y significativo.

La tecnología en el sector de cuidado de personas mayores: entre la promesa y la realidad

Muchas organizaciones se ven tentadas a invertir en tecnología porque se percibe como una necesidad de “estar a la vanguardia”, pero sin un análisis previo de las verdaderas necesidades de las personas mayores ni de las capacidades internas de la organización para gestionar estas herramientas. Esto se traduce, en muchos casos, en tecnología infrautilizada o, peor aún, que no logra integrarse adecuadamente en los procesos de cuidado.

Aquí es donde entra la figura de la empresa especializada en la transformación digital y en la adopción de IA en el sector del cuidado de mayores. Un equipo experto no solo ayuda a identificar las herramientas más adecuadas, sino que, sobre todo, acompaña a la organización en la creación de una estrategia integral. Esta estrategia debe considerar tanto los objetivos de la organización como las particularidades de las personas usuarias, que en el caso de las personas mayores y cuidadoras, suelen incluir consideraciones especiales como el manejo de la brecha digital, la resistencia al cambio, y las necesidades de asistencia personalizada.

Inteligencia Artificial: una herramienta con potencial transformador

La inteligencia artificial tiene un enorme potencial en el sector del cuidado de personas mayores. Sus aplicaciones incluyen desde sistemas de monitoreo predictivo, capaces de detectar patrones de comportamiento que anticipen problemas de salud, hasta LLMs para crear sistemas conversacionales, chats o sistemas de preguntas y respuestas expertas. 

Sin embargo, como ocurre con la tecnología en general, la adopción de la IA en este sector no puede ser impulsada únicamente por su atractivo o novedad. La IA debe ser vista como una herramienta para resolver problemas específicos y mejorar la calidad del cuidado, no como un fin en sí misma. Aquí es donde la consultoría especializada juega un papel fundamental. Los consultores expertos en este campo pueden ayudar a las organizaciones a identificar áreas en las que la IA puede ofrecer soluciones reales y tangibles, evitando caer en la adopción de “modas” tecnológicas que no agregan valor.

La importancia de una estrategia centrada en las personas

El éxito de cualquier proceso de transformación digital o adopción de IA en el sector del cuidado de personas mayores depende de un enfoque centrado en las personas. No se trata solo de implantar tecnología; se trata de comprender profundamente a las personas mayores y cuidadoras, conocer sus rutinas, necesidades y limitaciones, y diseñar soluciones que se integren de manera natural en sus vidas. Esto requiere un proceso de acompañamiento cercano, donde los expertos no solo aporten su experiencia tecnológica, sino que también comprendan el ámbito del cuidado y el bienestar.

Ese equipo experto debe estar profundamente familiarizado con las últimas tendencias en tecnología y en inteligencia artificial, y entender cómo aplicarlas de manera efectiva en un entorno de cuidado. Pero, además, debe tener experiencia en el trabajo con personas mayores y sus cuidadores, para poder diseñar soluciones que se ajusten a las realidades y desafíos específicos del sector.

Nos ayudará además a gestionar el cambio dentro de la organización. La adopción de nueva tecnología y la implementación de IA a menudo requiere un cambio cultural, tanto en la forma en que se realizan las tareas diarias como en la mentalidad de los equipos de trabajo. Este proceso de cambio debe ser gestionado cuidadosamente, asegurándose de que todo el personal esté alineado con los objetivos estratégicos y que las personas mayores se sientan cómodas y seguras en el uso de las nuevas herramientas. La dirección de las organizaciones debe estar convencida y debe fluir ese sentimiento hacia el resto de las mismas.