El cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres y el segundo más frecuente en ambos sexos, sólo por detrás del cáncer de colon y recto. Así, en España se diagnostican 35.000 nuevos casos cada año y lo acaba padeciendo una de cada ocho mujeres, lo que significa que dentro de nuestro entorno es fácil encontrar a alguien afectado.
Aunque debemos seguir apostando por la importancia de la autoexploración mamaria, no es menos cierto que por sí misma y aisladamente no es suficiente, sino que debe venir apoyada por los métodos de imagen más punteros como mamografías, ecografías de mama, resonancias magnéticas, etc., que son las que nos van a ayudar a conseguir un diagnóstico más precoz, permitiéndonos obtener los mejores resultados.
Es fundamental insistir en la necesidad de que todas las mujeres se realicen revisiones ginecológicas anuales porque sólo así podremos hacer un diagnóstico más precoz de la enfermedad, de modo que conseguiremos ofrecer un mejor tratamiento y mayores tasas de supervivencia.
Cirugías más conservadoras
En los últimos años hemos avanzado mucho efectuando cirugías de mama cada vez más conservadoras, extirpando solamente el tumor y preservando la mayor cantidad posible de tejido sano; en este sentido, por lo que respecta a los ganglios axilares, hace años que venimos usando la técnica del ganglio centinela, que nos facilita localizar el primer ganglio que se vería afectado por células tumorales desde la mama, y extirpar uno o dos ganglios, en lugar de hacer una linfadenectomía completa de axila.
Ello nos permite reducir enormemente el número de complicaciones, mejorando la estética y logrando mayores tasas de aceptación de la enfermedad por parte de nuestras pacientes. Además, hemos incorporado la cirugía oncoplástica en la que al realizar la cirugía de extirpación del cáncer de mama se remodelan ambas mamas, mejorando la apariencia estética del pecho y, sobre todo, consiguiendo cirugía conservadora exitosa en tumores de mayor tamaño.
Además de las pruebas de imagen comentadas, desde hace algunos años contamos también con otra potente herramienta de detección de pacientes de riesgo como son los tests genéticos -que suponen un importante avance identificando qué mujeres estarían más predispuestas a padecer cáncer de mama- y los marcadores en sangre, herramientas ambas que actúan como predictores de la enfermedad antes de que aparezca en las imágenes radiológicas, con todo lo que ello significa a la hora de poder extremar la precaución y detectar aún más precozmente la enfermedad.
Equipos multidisciplinares
No menos importante en esta lucha es la labor de equipos multidisciplinares en los Comités de Tumores, en los que podemos aunar los esfuerzos de ginecólogos, radiólogos, cirujanos plásticos, oncólogos, radioterapeutas y anatomopatólogos con el objetivo de ofrecer el mejor enfoque a cada paciente, brindándole la orientación más adecuada de cara al tratamiento y la superación de la enfermedad.
Por último, dentro del tratamiento integral que podemos ofrecer a nuestras pacientes no podemos olvidar la importancia de apoyarlas psicológicamente desde el primer momento, reforzándolas desde el diagnóstico hasta su rehabilitación integral, acompañándolas en el tratamiento y prestándoles la debida atención tras el mismo, detectando e interviniendo en caso de detectarse posibles secuelas postraumáticas.
En nuestro equipo contamos con la experiencia de enfermeras cualificadas para el cuidado de las heridas quirúrgicas y las secuelas postratamiento.
Para concluir, quisiera destacar que cada vez existen mayores evidencias que es en esas pacientes asintomáticas, en esas que no presentan signos de enfermedad, en las que tenemos más que ganar en la lucha contra el cáncer. Y es que los datos revelan que la mayor supervivencia se consigue cuando el cáncer todavía no ha provocado síntomas y solo se observa en las pruebas.