Cómo superar el duelo tras la pérdida de un ser querido

La pérdida de un ser querido es una situación a la que tarde o temprano nos enfrentamos en la vida. Puede que se nos vaya un amigo, un familiar, un hijo o nuestra pareja, aquella persona con la que hemos compartido gran parte de nuestros años. A partir de este momento los que tenían un vínculo especial con el desaparecido experimentan una serie de sentimientos muy diversos como tristeza, rabia, culpa, decaimiento, soledad y manifestaciones físicas como trastornos del sueño, cefaleas, falta de apetito, palpitaciones o cansancio, entre otras. Todo este conjunto de manifestaciones forman parte de un proceso que es normal: el duelo, según explica la experta Nuria Soler en La guía práctica para personas en duelo (Grupo Mémora).

Tiempo indefinido

El modo de afrontar la ausencia de alguien a quien queremos no es igual en todas las personas. Lo habitual es que durante un tiempo estemos sumergidos en un periodo de duelo, experimentando toda una serie de emociones y con un estado anímico alterado. Cada individuo sufre esta crisis vital de un modo determinado y a algunos les dura más que a otros.

Tal y como apunta Nuria Soler, el primer y el segundo año se consideran los más duros e intensos. También indica que puede darse una etapa crítica, que se produce a partir del segundo o tercer mes tras el fallecimiento, y que a pesar de ser el momento en que más apoyo social y familiar se necesita, se produce una disminución del mismo. Por lo tanto, hay que estar pendiente de cómo vamos evolucionando y si vemos que nos cuesta salir adelante podemos intentar seguir las recomendaciones de los expertos.

Consejos para el duelo

No hay que tener prisa, cada ser humano necesita su tiempo, por lo que debemos estar tranquilos y no sentir angustia por nuestro estado anímico. La tristeza es un sentimiento necesario, que no hay que reprimir si se posee. Tampoco es recomendable ocultar cómo nos encontramos, si podemos expresarlo a alguien cercano es el momento de hacerlo. Contar con la ayuda y apoyo de otros en estos momentos nos será muy beneficioso.

Esta etapa no es la mejor para tomar decisiones importantes, no te precipites, deja pasar el tiempo, descansa, reflexiona. Cuando estés más calmado podrás decidir, pues tendrás la mente más clara.

Empieza a recuperar tu ritmo de vida lentamente, sin prisa, pero da los pasos para hacerlo. Anclarse en el pasado no es positivo. Es importante confiar en las capacidades personales y tener claro que se puede salir adelante, y que es posible conseguirlo sin necesidad de recurrir al alcohol u otras drogas, un error del que debemos huir.

Busca entretenimientos que tengas a tu alcance, como leer o escribir, o si tienes una afición, no la dejes, continua con ella o búscala. Además, no debes descuidar tu salud ni tu alimentación.

Por último, si ves que el duelo se prolonga demasiado o sientes que llevas demasiado tiempo en un bucle del que no puedes salir, siempre puedes acudir a un psicólogo para que te asesore y te guíe.