Verónica Mollejo
Consejos
Pesarse no es tan sencillo: cómo y cuándo hacerlo para apuntar el peso correcto
Aunque parezca mentira, para pesarse correctamente no basta con subirse a la báscula
Todo el mundo sabe que para adelgazar y/o mantener un peso saludable solo hay que seguir una dieta sana y equilibrada, incorporar a tu rutina una actividad física periódica, mantenerse hidratado, descansar correctamente y evitar las situaciones de estrés, entre otros factores. Tras varias semanas cumpliendo dichos requisitos e introducirlos de manera natural en tu día a día, llega el momento de comprobar los resultados.
Muchos los notan al probarse su antigua ropa, otros por la vitalidad y la energía que han recuperado, en cambio algunos necesitan recurrir a un aparato que a veces corre el riesgo de convertirse en nuestro peor enemigo: la báscula. Para enfrentarse a ella de manera adecuada, no basta con subirse encima y esperar a que marque tu peso corporal. Existen multitud de elementos que participan en este proceso y que pueden alterar esa cifra que tanto ansías alcanzar.
Por ejemplo, aunque se tarde más tiempo y pueda resultar incómodo, lo recomendable es pesarse siempre sin ropa. De esta forma, eliminas esos gramos que corresponden a las prendas que ese momento llevas contigo, consiguiendo una cifra mucho más exacta y próxima a la realidad. ¿Qué otros aspectos debes tener en cuenta a la hora de pesarte?
No te peses a diario y hazlo siempre a la misma hora
- Lo primero y más importante es que te peses siempre en la misma báscula, pues cada modelo está regulado de una manera diferente y puede descuadrar tu registro.
- En lo que respecta al mejor momento del día para hacerlo, la mayoría de expertos coinciden: por la mañana en ayunas y con la vejiga vacía. Y, si es posible, a la misma hora.
- Además, no se aconseja pesarse todos los días, aunque puedas llevar un control más detallado del cambio, pues la diferencia será casi inexistente y puede provocar cierta frustración, ansiedad u obsesión por este proceso de adelagazamiento, cuando debe tratarse de algo que hagas exclusivamente por el bien de tu salud. Lo mejor es subirse a la báscula un par de veces a la semana y nunca al comienzo de la misma, pues quedarán reflejados los "caprichos" que hayas podido darte el fin de semana.
- Tampoco es adecuado pesarse después de hacer ejercicio, pues gran parte del peso perdido corresponderá al sudor.
- No te asustes si un día ves que tu peso ha aumentado ligeramente. Si has consumido alcohol o cafeína unas horas antes, este puede ser el origen de dicho desequilibrio, pues ambas sustancias fomentan la retención de líquidos. Que no cunda el pánico, volverá a la normalidad en unos días.