Rosa María Torres
Consejos
Así debes comunicarte con una persona con problemas de audición
Un intérprete de lengua de signos te puede ayudar a hablar con una persona sorda como intermediario
En España hay más de un millón de personas sordas o con algún tipo de discapacidad auditiva (es decir, un 2,3% de la población, aproximadamente), según los datos recogidos por la encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su estudio 'EDAD 2008'. En nuestro país, tanto la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) como la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas) trabajan en su defensa y por una plena inclusión en la sociedad. Una forma de facilitar dicho proceso es aprender a comunicarse con ellos, un acto que requiere algunas pautas sumamente importantes. ¿Cuáles son?
Consejos para hablar con una persona sorda
Cuando quieras hablar con una persona con problemas de audición, toca su hombro de forma delicada o hazle una seña discreta, y espera a que te esté mirando para comenzar la conversación. Una vez que entréis en materia, es muy importante respetar los turnos. Si te encuentras dentro de un espacio interior, asegúrate de que haya luz suficiente para que la otra persona te vea claramente. Si por el contrario estás al aire libre, intenta ponerte a la sombra para que el sol no dificulte la visión.
La distancia también es fundamental. Lo ideal es hablar a 1 o 2 metros y siempre de frente. No coloques las manos delante de tu boca, porque no podrán leer los labios. La velocidad de la conversación también es un factor a tener en cuenta, no hables ni despacio ni rápido, vocaliza bien a un ritmo tranquilo. Y, por supuesto, no grites ni uses tecnicismos.
Mientras hables con una persona con problemas de audición, procura no comer chicle o caramelos ni tener un cigarro en la boca porque se hará muy complicada la comunicación. Además, siempre que puedas, dirígete a ellos con mensajes cortos. Si no lo han entendido bien, repítelo o utiliza la expresión corporal para facilitar la comprensión del mensaje. Y si se lee un texto, hay que procurar no bajar la cabeza para que se puedan leer los labios.
Asimismo, es muy importante informar a la persona acerca de la situación acústica del entorno (alarmas, timbres, cláxones...) para que no quede excluida de los mensajes dirigidos a una mayoría oyente. Y si dentro de la conversación hay varias personas, debéis respetar los turnos y colocaros en círculo para hacer más fácil la visibilidad. Una técnica muy buena es usar los dedos para indicar números o garabatear en el aire.