Victoria Herrero
Consejos
Claves para poder descifrar la factura de la luz que las eléctricas no desearán que sepas
Entender lo que uno gasta en consumo eléctrico es clave para poder ahorrar en este suministro
Cuando nos llega el recibo de la luz a casa, o bien por medio de nuestro correo electrónico, la primera mirada se dirige hacia el final del documento para conocer la cantidad a pagar. Pero ¿alguna vez te has parado en el resto de conceptos para comprender qué estás pagando por tu consumo de luz? Pues este es el primer paso para ahorrar en este suministro.
Por eso, desde 65ymás, ofrecemos una serie de consejos prácticos para que puedas descifrar, sin error alguno, la factura eléctrica, ya que según la Organización de Consumidores y Usuarios (@consumidores) apenas un 11% de la población entiende ese baile de cifras y letras.
Conceptos esenciales a tener en cuenta
Antes de meternos de lleno en la factura de la luz, los consumidores mayores (y todos en general) deben saber que pueden contratar la luz dentro del mercado libre o bien en el regulado y que, además, intervienen dos empresas distintas en su factura: la distribuidora y la comercializadora.
La primera de ellas es la encargada de la red eléctrica que lleva la luz hasta nuestro hogar y depende de la zona donde uno viva, por tanto no se puede elegir. Al contrario que la comercializadora, que es la compañía que compra la electricidad a la empresa que la genera y la que, a fin de cuentas, nos factura. En este último caso, su elección es libre.
Teniendo esto en cuenta, pasamos ahora a los dos importes esenciales que aparecen en toda factura:
- Por un lado, el coste fijo que se abona por el hecho de tener electricidad en casa, una cantidad que se paga en función de la potencia que cada persona tenga contratada en su hogar y que en el ámbito doméstico suele estar entre 3,3 y 4,6 kW.
- El coste de la electricidad consumida ese mes o esos dos meses, a los que corresponde dicho recibo del suministro.
- Aparte de estos dos conceptos esenciales, debes sumar otro tipo de gravámenes como el impuesto sobre la electricidad (un 5,1127%), el alquiler del contador o los servicios extra en el caso de que los hayas contratado como, por ejemplo, un seguro.
¿Y esto qué significa?
Una vez tenemos claros estos conceptos, en tu factura de la luz observarás cómo aparece el periodo de consumo (bimensual o mensual), así como el peaje de acceso que se cobra según la potencia contratada y si tienes discriminación horaria o no. Esta tasa se impone a nivel estatal por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (@mincoturgob) y sirve para sufragar las redes de transporte, la distribución y otro tipo de costes añadidos. En este apartado, algunas comunidades autónomas desde hace un tiempo han empezado a facturar un suplemento territorial por este concepto.
Incluso si no hay consumo ese mes (si, por ejemplo, te encuentras de vacaciones) se paga una cantidad por la potencia contratada, que resulta de multiplicar los kW fijados por el precio diario y el número de días contratados. Al contrario, la facturación por energía consumida es lo que pagas realmente por ese gasto de electricidad que has hecho en casa.