Consejos

Consejos para conducir una silla de ruedas motorizada con seguridad

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Jueves 1 de agosto de 2019

3 minutos

Sencillas medidas para evitar pequeños sustos o accidentes que puedes sufrir tú o causar a los demás

silla electrica motorizada
Mariola Báez

Foto: Bigstock

Jueves 1 de agosto de 2019

3 minutos

Las sillas de ruedas eléctricas pueden ser una excelente opción para personas con movilidad reducida. Su principal ventaja es la total independencia que proporcionan y la comodidad que supone poder avanzar con ellas, sin necesidad de empujarlas con la fuerza de los brazos.

Si necesitas una silla de estas características, debes escoger el modelo que mejor se adapte a tus necesidades y al uso, puntual o continuado, que vayas a darle. A la hora de elegirla, fíjate en su peso y tamaño, en el tipo de ruedas y su nivel de adherencia a distintas superficies (tanto interiores, como exteriores) y también en algunos detalles importantes como el tiempo de duración de la batería o la velocidad que puede llegar a alcanzar. No obstante, el modo en que la conduzcas también resulta fundamental.

Silla de ruedas

Cómo empezar a llevar tu silla de ruedas con motor

Aunque sea de sentido común, no está de más recordar que debes familiarizarte con tu silla, sintiéndote cómodo y totalmente seguro en ella. Puede que necesites algún tipo de cojín terapéutico u otro complemento para estar bien y coger soltura a la hora de conducirla sin problemas. Además, puede que al principio te cueste un poco, pero recuerda que es solo cuestión de tiempo. Entre los consejos que señalan algunos fabricantes de este tipo de ayudas, pensadas para proporcionar mayor independencia y movilidad, destacan:

  1. Dedica un mínimo tiempo para que puedas conocer el mecanismo básico de la silla. Sistema de apagado y encendido, velocidad, frenos…
  2. Empieza por realizar recorridos cortos para irla “controlando” y familiarizándote con los posibles obstáculos (peatones incluidos) que te vas a encontrar en el camino.
  3. Respeta las señales de seguridad vial: semáforos, pasos de peatones, etc.
  4. Antes de iniciar la marcha, confirma que los reposabrazos están bajados y los reposapiés bien colocados, para que puedas apoyar tus pies en ellos antes de iniciar cualquier trayecto. Es importante porque si no los pusieras correctamente, podrían quedarse debajo de la silla al arrancar, provocando tu caída hacia adelante.
  5. Los bordillos son peligrosos. No intentes bajarlos o subirlos con la silla en funcionamiento. Siempre es mejor buscar una rampa.
  6. Las pendientes son también una parte complicada de cualquier trayecto. Ante la duda (si ves una cuesta demasiado empinada) no te arriesgues. Tendrás que poner la marcha adecuada para subir o bajar con seguridad. Por otra parte, nunca hagas un giro brusco en una pendiente, porque la posibilidad de volcar es muy elevada.
  7. Por mucho que te apetezca, las sillas de ruedas motorizadas son de uso individual, así que no montes en ella a tus nietos.
  8. Fíjate también en las condiciones del suelo (agua, hielo, arena…) y comprueba que las ruedas no patinan en este tipo de superficies.
  9. Por último, recuerda que nunca debes bajarte o subir con la silla ya arrancada o en marcha.

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Mariola Báez

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