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Consejos para combatir la alergia primaveral en las personas mayores

María Bonillo

Foto: Bigstock

Lunes 17 de abril de 2023

5 minutos

Es prácticamente imposible evitar el contacto con ácaros o polen, pero podemos tomar algunas medidas

Consejos para combatir la alergia primaveral en las personas mayores. Foto: Bigstock
María Bonillo

Foto: Bigstock

Lunes 17 de abril de 2023

5 minutos

La llegada de la primavera supone de forma inevitable el comienzo de algunas alergias, la mayoría provocadas por el polen de algunas plantas. En concreto, la alergia primaveral hace referencia a un tipo de alergia estacional, muy común, que puede afectar especialmente a las personas mayores, debido a una menor sensibilidad y un sistema inmune más debilitado. 

La alergia primavera suele provocar una reacción "exagerada" en nuestro organismo como respuesta a una sustancia que este reconoce como dañina. Se trata del llamado "alérgeno", proteína que, por lo general, generan una reacción alérgica. Las sustancias más comunes que provocan este tipo de reacciones alérgicas, según recoge el blog de MAPFRE (@MAPFRE.ES), son los alimentos, los fármacos y los inhalantes, como el polen, el pelo o la caspa de los animales y los ácaros del polvo. Según indican, la alergia tiene un fuerte componente hereditario, es decir, que es probable que las personas alérgicas tengan familiares con enfermedades alérgicas, como asma, alergia a alimentos, rinitis o atopia.

Aunque puede parecer que la alergia al polen en primavera no es preocupante, lo cierto es que puede llegar a resultar un problema si afecta la calidad de vida de la persona que la padece. Y es que, tal y como señalan desde Aiudo (@Aiudo_es), la alergia primaveral puede derivar en problemas respiratorios en personas mayores

Consejos para combatir la alergia primaveral en las personas mayores. Foto: Bigstock

Por lo general, los inviernos lluviosos provocan floraciones más intensas en primavera, lo que significa mayores niveles de polen en la atmósfera y mayor incidencia de alergias en primavera. Los síntomas más comunes en el caso de tener alergia al polen o a los ácaros son: picor nasal y/o de los ojos, ojos rojos y lagrimeo constante, mucosidad líquida nasal, estornudos, congestión nasal sin otros síntomas de catarro y asma o dificultad para respirar.

Destacan que, aunque las alergias al polen se caracterizan porque sus síntomas aparecen de forma estacional, las personas que son alérgicas a los ácaros tendrán síntomas durante todo el año, que, además, pueden empeorar en primavera. 

Los síntomas pueden aliviarse con algunos tratamientos farmacológicos, como antihistamínicos, broncodilatadores, antiinflamatorios, etc., aunque también es posible la prevención de la alergia mediante vacunas. En cualquier caso, es crucial que haya un control del especialista y una constancia en el cumplimiento del tratamiento. 

Cómo evitar las alergias en primavera

Aunque es prácticamente imposible evitar el contacto total con los ácaros del polvo y el polen, sobre todo en esta época del año, en la que también es posible presentar síntomas con agentes ambientales irritantes como perfumes, ambientadores, contaminantes de grandes ciudades o el humo del tabaco, sí que podemos seguir algunos consejos para evitarlo y reducir la aparición de los síntomas lo máximo posible. 

Así, en el caso de las alergias al polen, podemos adoptar algunas medidas preventivas, como mantener cerradas las ventanas, tanto de la vivienda como de los vehículos, el mayor tiempo posible, en especial por la noche. También es recomendable lavar bien las verduras antes de comerlas, así como llevar gafas del sol cuando salgamos fuera, evitar las actividades al aire libre, sobre todo aquellas que mueven el polen (cortar césped, barrer la terraza) o si se trata de un día seco o de mucho viento. En caso de tener que hacerlo, podemos utilizar una mascarilla. 

Si tenemos aire acondicionado en casa, podemos usar filtros, los cuales deberemos cambiar cada año. Y a la hora de irnos a dormir, podemos pulverizar la habitación con agua. Ten en cuenta que, si vas a salir, la concentración de polen es menor en los edificios y las zonas marítimas, aunque siempre podremos informarnos de las concentraciones de polen en la zona donde vivimos o donde vayamos a desplazarnos. Igualmente, es aconsejable quitarnos la ropa que hemos usado fuera y ducharnos al regresar, así como no colgar la ropa fuera

Por otro lado, podemos tratar de evitar la alergia a los ácaros del polvo de las siguientes maneras: limpiando el polvo con un paño húmedo; fregando y utilizando el aspirador, en lugar de barrer, para limpiar el suelo y aspirar los sofás, somier y colchón, al menos una vez a la semana; evitando los colchones y cojines de lana y plumas, ventilando la ropa guardada en el armario antes de utilizarla, evitando tener muchos objetos de decoración, ya que estos facilitarán que se acumule el polvo, y los humidificadores; ventilando la vivienda si pasamos una larga temporada fuera, así como si vamos a desplazarnos a una segunda residencia; o adquiriendo fundas especiales antiácaros

Sobre el autor:

María Bonillo

María Bonillo

María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.

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