Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
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Domingo 25 de diciembre de 2022
ACTUALIZADO : Domingo 25 de diciembre de 2022 a las 7:11 H
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Muchas personas padecen de piedras en el riñón, que se forman por el aumento de los componentes de los cristales de la orina: una acumulación de calcio, fosfato, ácido úrico y oxalato (una sustancia química natural que se encuentra en la mayoría de los alimentos), que será el primer germen de lo que en el futuro será una piedra que puede ser arenilla o fragmentos de diversos tamaños.
El 80% de las piedras o cálculos renales se eliminan sin tratamiento, pero para ello deberemos ajustar nuestro estilo de vida y sobretodo nuestra alimentación para evitar que su formación vaya a más.
Mientras algunos estudios han demostrado que el sobrepeso aumenta el riesgo de tener piedras en los riñones, otros indican que seguid una dieta para la hipertensión puede evitar la formación de piedras tal y como indica el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases.
En cualquier caso, la primera medida que debemos seguir es beber más líquido, especialmente agua, siempre que no esté contraindicado en nuestro caso por el médico, hasta beber entre 8 y 10 vasos de agua al día y que nuestra orina sea clara (porque si es de color amarillo oscuro, es una señal que no estamos bebiendo suficiente líquido).
Si ya hemos tenido un cálculo renal, entonces sabremos de qué tipo de piedra estamos hablando y qué alimentos podría ser útil evitar y qué otros si debemos tomar.
Hay cuatro tipos principales de cálculos renales: El de calcio es el tipo de cálculo más común, el de ácido úrico se puede formar cuando la orina contiene demasiado ácido, un cálculo de estruvita se puede formar después de una infección en el aparato urinario, y los cálculos de cistina, que son poco comunes.
Si tenemos cálculos de calcio debemos consumir menos sal, seguir una dieta equilibrada que no sea demasiado alta en proteínas de origen animal (esto incluye carne de ternera, pollo, cerdo, pescado y huevos), ya que demasiadas proteínas podrían provocar cálculos renales; aumentar la fibra y beber limonada natural que es alta en citrato. Además, podemos obtener el calcio de los alimentos, tomando un par de porciones de leche o queso o yogur al día.
Si hemos sufrido un cálculo de oxalato, deberemos limitar los alimentos que tienen mucho oxalato es el caso de las verduras de color verde oscuro, las nueces, el café o té y el chocolate.
Y si tenemos cálculos de ácido úrico evitaremos determinados alimentos como las anchoas, los espárragos, la coliflor, las legumbres, las sardinas o las espinacas. Al mismo tiempo que reducimos la ingesta de carne y de alimentos grasos, y nos aseguramos la cantidad óptima de hidratos de carbono e incluimos más zumo de limón y naranja en nuestra dieta.