Teresa Rey
Consejos
Consejos para doblar bien las sábanas y que queden sin arrugas
Con unos pequeños trucos conseguirás que te queden bien estiradas y no tendrás que plancharlas
La ropa de cama es una de las más difíciles de doblar si no estamos habituados a ello. Las sábanas que no se guardan correctamente además de abultar más acaban presentando unas arrugas que una vez puestas impiden que luzcan bien. Para conseguir que queden correctas y que no las tengas que planchar hay algunos trucos. Para las grandes siempre viene bien contar con ayuda, pero si no es así es posible lograr buenos resultados con algo de maña.
Bajera con goma
Las sábanas bajeras con gomas son las más complejas, precisamente por esta condición. Primero te tienes colocar de pie, coger la sábana de tal modo que posiciones cada mano por debajo de las esquinas. A continuación has de juntar ambas manos y llevar uno de los extremos por encima del otro (el de la derecha por encima de la izquierda). La estiras de nuevo y vuelves a cogerla del mismo modo, de dos extremos, repitiendo el mismo tipo de doblez hasta dos veces más.
Verás que la sábana te ha quedado como un rectángulo. A continuación extiéndela sobre una superficie despejada y lisa, que puede ser la misma cama, y dóblala varias veces por la mitad hasta que te quede recogida del todo.
Sábana plana
En el caso de una sábana plana, el proceso varía ligeramente. Para empezar también has de sujetarla por ambas esquinas superiores. Si es muy larga y no tienes ayuda puedes extenderla sobre la propia cama o sobre el suelo.
Luego la tienes que doblar por la mitad. Se trata de que ambas esquinas coincidan y en un primer momento el doblez se debe realizar siguiendo el largo. Tienes que procurar que quede lo más tensa posible para impedir que se formen arrugas.
A continuación la tienes que poner mirando hacia abajo de modo que quede horizontal y has de volverla a doblar por la mitad. Así te va a quedar un rectángulo largo, pero cada vez más pequeño. Le vuelves a dar la vuelta y efectúas un nuevo doblez, así sucesivamente (será entre tres o cuatro veces) hasta que finalmente te quede un cuadrado pequeño que vas poder guardar en la cómoda sin que apenas te abulte.
Con la funda de almohada el proceso es igual que en el caso de la sábana plana. Hay que irla sujetando por las esquinas y realizar varias dobleces hasta que finalmente te quede un cuadrado.
Para recoger aún más tu juego de sábanas y localizarlo mejor, puedes guardar dentro de la bajera la sábana grande y el juego de fundas.