Victoria Herrero
Consejos
Consejos prácticos para hablar en público (y que los nervios no te traicionen)
Victoria Herrero
Sábado 14 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Sábado 14 de diciembre de 2019 a las 7:24 H
3 minutos
Es esencial preparar de forma previa tu discurso, así como ensayarlo para que todo quede perfecto
El arte de la comunicación puede ser un don o se puede aprender con sencillos trucos. No es, por tanto, que pretendamos ser grandes oradores como lo fueron Abraham Lincoln, Martin Luther King o Sócrates; sino desenvolvernos a la hora de hablar en público delante de decenas o centenares de personas y que los nervios no nos jueguen una mala pasada y nos traicionen nada más empezar. Porque nunca es demasiado tarde para enfrentarse a una prueba como esta.
Prepara de forma previa tu charla en público
Cómo es lógico, la premisa imprescindible es preparar la intervención con suficiente antelación; especialmente si no somos muy conocedores del tema sobre el que vamos a hablar. Y es que, si tienes en tu cabeza, de forma previa, las ideas principales que componen tu discurso, será mucho más fácil salir airoso de una pregunta incómoda o retomar el hilo si te has quedado en blanco por unos instantes.
A la hora de afrontar la charla, evita un discurso demasiado formal, salvo que el acto así lo requiera, y permítete la licencia de "colar" alguna expresión simpática o célebre, pero sin excederte. Y nada de charlas largas y tediosas.
Importante en este apartado es ensayar varias veces el discurso, tanto solo como delante de un par de personas de confianza. Así, podrás comprobar cómo te desenvuelves y si tienes que hacer algunos cambios de última hora.
Un buen arranque y un final que deje con la boca abierta
Cuando vayas a dar forma a tu charla, comienza de una forma sorprendente para llamar la atención de tu público y dejarles con ganas de seguir escuchando. Lo mismo para el final. Lo mejor es dejar a los asistentes con un buen sabor de boca para que recuerden tu intervención. Por eso, puedes terminar con una anécdota, una cita celébre o con una pregunta que haga que los espectadores piensen en ese final inesperado.
Nervios que bloquean
Sin duda, el principal miedo de hablar en público es hacer el ridículo si nos olvidamos de qué decir, hablar demasiado atropellado por los nervios o bloquearnos de tal manera que no podamos articular palabra. Por ello, lo mejor es tener a mano un pequeño papel con los puntos clave de la charla. Y si no sirve, siempre puedes salir del momento comprometido con un poco de sentido del humor y naturalidad.
Además, en esos instantes funciona el hecho de respirar profundamente, beber agua, sonreír y no autopresionarte para que los nervios se vayan; logrará el efecto contrario. No te preocupes, el público sabrá perdonar esos instantes de nervios que nos pueden pasar a todos en algún momento.
Comunicación no verbal
Cuando se habla delante de un público, tan importante es lo que se dice como lo que no. La comunicación no verbal es clave. Por eso, es importante:
- Sonreír.
- Mirar siempre que puedas a tu público.
- Dar la charla de pie para dar una imagen de cercanía.
- Cuidar tu aspecto.